La inteligencia emocional, un concepto que ha ganado popularidad en los últimos años, fue introducido por primera vez por Peter Salovey y John Mayer a principios de la década de 1990. En su libro, Salovey y Mayer buscaban definir y explicar qué es la inteligencia emocional, así como su impacto en nuestras emociones y comportamientos. Aunque Daniel Goleman popularizó el concepto en su libro de 1996, inteligencia emocional: por qué es más importante que el cociente intelectual, es importante entender las raíces y la teoría original de Salovey y Mayer.
¿Qué es la inteligencia emocional según Salovey y Mayer?
Salovey y Mayer definen la inteligencia emocional como la habilidad de procesar información sobre nuestras propias emociones y las de los demás, y utilizar esta información como nuestro pensamiento y comportamiento. En otras palabras, implica prestar atención, comprender, utilizar y gestionar nuestras emociones de manera efectiva. Estas habilidades adaptativas proporcionan ventajas tanto para nosotros mismos como para los demás.
Según Salovey y Mayer, la inteligencia emocional se compone de cuatro habilidades básicas:
- Percepción y expresión de las emociones: Esta habilidad implica reconocer y comprender nuestras propias emociones, así como las emociones de los demás. También implica expresar nuestras emociones de manera adecuada y distinguir entre expresiones emocionales correctas e incorrectas en los demás.
- Facilitación emocional del pensamiento: Esta habilidad implica utilizar nuestras emociones como una herramienta para facilitar el pensamiento y la toma de decisiones. Las emociones pueden proporcionar información valiosa y ayudarnos a considerar diferentes perspectivas sobre un tema.
- Comprensión de las emociones: Esta habilidad implica comprender y distinguir diferentes emociones, así como interpretar emociones complejas que involucran varias emociones mezcladas. También implica ser consciente de las transiciones entre diferentes emociones.
- Gestión de las emociones para alcanzar metas: Esta habilidad implica gestionar nuestras propias emociones y las de los demás de manera efectiva, moderando las emociones negativas y fomentando las emociones positivas. También implica elegir qué emociones son útiles y alinearse con ellas para alcanzar nuestras metas.
Estas habilidades de la inteligencia emocional se desarrollan en diferentes fases y requieren un esfuerzo consciente por parte de la persona. Es importante destacar que la inteligencia emocional no es innata, sino que se puede aprender y desarrollar a lo largo del tiempo.
El modelo de Mayer
John Mayer, en colaboración con Peter Salovey, desarrolló un modelo de inteligencia emocional que consta de cinco dominios principales:
- Conocer nuestras propias emociones: Este dominio implica ser consciente de nuestras emociones en el momento en que ocurren. Es importante ser capaz de reconocer y comprender nuestras emociones para tomar decisiones informadas y comprender nuestras propias necesidades y deseos.
- Gestionar nuestras emociones: Este dominio implica la capacidad de manejar nuestras emociones de manera efectiva, controlando la ansiedad, la depresión o la ira. La gestión de nuestras emociones nos permite recuperarnos rápidamente de los contratiempos y mantenernos enfocados en nuestras metas.
- Motivarnos a nosotros mismos: Este dominio implica utilizar nuestras emociones como una fuente de motivación interna. Las emociones pueden ser una poderosa herramienta para enfocar nuestra atención, practicar la disciplina y mantenernos motivados en la búsqueda de nuestras metas.
- Reconocer las emociones en los demás: Este dominio implica la capacidad de empatizar con las emociones de los demás. Ser capaz de reconocer y comprender las emociones de los demás nos permite establecer relaciones sólidas y ser efectivos en nuestras interacciones sociales.
- Manejar las relaciones: Este dominio implica la capacidad de gestionar las emociones de los demás, fomentar relaciones saludables y efectivas, y guiar a los demás en su desarrollo emocional. La gestión de las relaciones es fundamental en el liderazgo y en la construcción de equipos de trabajo exitosos.
Estos dominios de la inteligencia emocional según Mayer nos brindan una comprensión más completa de las habilidades necesarias para desarrollar una inteligencia emocional efectiva.
La inteligencia emocional de Mayer y Salovey nos ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo reconocer, comprender y gestionar nuestras emociones de manera efectiva. Estas habilidades nos permiten tomar decisiones informadas, establecer relaciones sólidas y alcanzar nuestras metas de manera más efectiva. Aunque la inteligencia emocional no es innata, se puede aprender y desarrollar a lo largo del tiempo a través de la práctica y la conciencia de nuestras emociones y las de los demás.
Es importante destacar que la inteligencia emocional no solo es beneficiosa a nivel personal, sino que también tiene un impacto significativo en nuestra vida profesional. Cada vez más empresas y organizaciones valoran la inteligencia emocional como una habilidad clave en sus empleados y líderes.
La inteligencia emocional de Mayer y Salovey nos brinda un marco para comprender y desarrollar nuestras habilidades emocionales, lo que nos permite vivir una vida más equilibrada y satisfactoria tanto a nivel personal como profesional.
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