La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, entender y gestionar nuestras emociones y las emociones de los demás. Fue el psicólogo Daniel Goleman quien popularizó este concepto en su libro inteligencia emocional en 199Según Goleman, la inteligencia emocional se compone de cinco dominios principales que son fundamentales para el desarrollo de habilidades emocionales y sociales. A continuación, exploraremos estos cinco dominios en detalle.
Dominio 1: Autoconciencia
La autoconciencia es la capacidad de comprender nuestras propias emociones en el momento en que ocurren. Es la base de la inteligencia emocional y nos permite reconocer cómo nos sentimos y por qué nos sentimos de cierta manera. Sin embargo, según la investigación de TalentSmart EQ, solo el 36% de las personas son capaces de ser conscientes de sus emociones.
Imagina que estás viajando a una reunión importante y tu vuelo se retrasa. Te sientas en el aeropuerto, observando el reloj mientras visualizas con cada vez más detalle la vergüenza de llegar tarde. ¿Qué dirá tu jefe cuando entres a la reunión? ¿Deberías caminar hacia el frente de la sala y contar un chiste, o entrar sigilosamente por la parte de atrás y esconderte? ¿Deberías simplemente cancelar todo el viaje y decirle a todos que fuiste secuestrado por extraterrestres y obligado a comer Fruit Loops mientras veías interminables repeticiones de i love lucy ?
Si eres consciente de ti mismo, tu cerebro racional interrumpe esta espiral de pánico. ¡hola, ansiedad!, dice en un tono alegre. te sientes ansioso porque este retraso climático está afectando tu necesidad emocional de control. El centro lógico del cerebro, la corteza prefrontal, se activa mientras etiquetas tu emoción y el desencadenante que la produjo. Y con esta conciencia, tienes la oportunidad de practicar el segundo dominio: la autogestión.
Dominio 2: Autogestión
La autogestión es la capacidad de manejar nuestras emociones de manera efectiva. Implica controlar nuestras reacciones emocionales, regular nuestro estado de ánimo y adaptar nuestra forma de pensar y comportarnos en función de las circunstancias. La autogestión nos permite mantener la calma en situaciones estresantes y tomar decisiones conscientes en lugar de dejarnos llevar por nuestras emociones.
Por ejemplo, en la situación anterior del retraso del vuelo, la autogestión implicaría reconocer que no puedes controlar el clima ni el tráfico aéreo, y en lugar de entrar en pánico, buscar alternativas o utilizar el tiempo de espera de manera productiva. La autogestión también implica la capacidad de motivarse a uno mismo y mantener el enfoque en metas a largo plazo, incluso cuando enfrentamos dificultades.
La conciencia social es la capacidad de comprender y responder adecuadamente a las emociones de los demás. Implica empatía, es decir, ponerse en el lugar de otra persona y comprender cómo se siente. La conciencia social también implica la capacidad de leer las señales sociales y adaptar nuestro comportamiento en función de las necesidades y emociones de los demás.
Por ejemplo, si estás en una reunión y notas que uno de tus colegas parece triste o preocupado, la conciencia social te permitiría acercarte a él y ofrecer apoyo o simplemente escuchar si necesita desahogarse. También implica ser consciente de las dinámicas de grupo y saber cómo interactuar de manera efectiva en diferentes situaciones sociales.
Dominio 4: Gestión de relaciones
La gestión de relaciones se refiere a la capacidad de construir y mantener relaciones saludables y satisfactorias con los demás. Implica comunicarse de manera efectiva, resolver conflictos de manera constructiva y cultivar la colaboración y el trabajo en equipo. La gestión de relaciones también implica la capacidad de influir en los demás de manera positiva y construir redes de apoyo y ayuda mutua.
Por ejemplo, en un entorno laboral, la gestión de relaciones implica ser capaz de colaborar con colegas de diferentes departamentos, resolver conflictos de manera justa y constructiva, y construir relaciones de confianza con clientes y socios comerciales.
Dominio 5: Motivación
La motivación es la capacidad de motivarse a uno mismo y persistir en la consecución de metas a largo plazo, a pesar de los obstáculos y las dificultades. Implica tener una visión clara de lo que se quiere lograr y estar dispuesto a trabajar arduamente para alcanzarlo. La motivación también implica tener una actitud proactiva y optimista, y creer en la capacidad de uno mismo para lograr el éxito.
Por ejemplo, un individuo motivado es aquel que establece metas ambiciosas, se esfuerza por alcanzarlas y no se desanima fácilmente frente a los desafíos. También es capaz de mantenerse enfocado y mantener la motivación incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Los cinco dominios de la inteligencia emocional de Goleman son fundamentales para el desarrollo de habilidades emocionales y sociales. La autoconciencia, la autogestión, la conciencia social, la gestión de relaciones y la motivación son habilidades que se pueden aprender y desarrollar a lo largo de la vida. Al cultivar estas habilidades, podemos mejorar nuestra calidad de vida, nuestras relaciones personales y nuestro éxito profesional.
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