Probablemente hayas visto la imagen cliché de los perros San Bernardo: esos grandes y adorables perros que llevan un barril de brandy alrededor de su cuello mientras salvan a personas atrapadas en tormentas de nieve. Pero hay mucho más en esta raza de lo que las referencias de la cultura popular pueden sugerir. Aquí te presento cinco razones por las cuales los San Bernardo (o, como se les apoda, Bernies) podrían ser el perro perfecto para ti:
Historia
Originarios de los perros molosos romanos, los San Bernardo (originalmente llamados Mastines Alpinos) alcanzaron fama a finales del siglo XVII como ayudantes para las personas en el Gran Hospicio de San Bernardo, ubicado en los Alpes Peninos entre Suiza e Italia. Originalmente eran animales de trabajo, utilizados para tirar de carros y actuar como perros guardianes en esta ubicación remota. Sin embargo, pronto se descubrió que podían localizar a viajeros perdidos atrapados en la nieve y revivirlos lamiendo su rostro o acurrucándose junto a ellos para brindarles calor.
La idea de que los Bernies lleven un barril en el cuello probablemente se originó a partir de una pintura del siglo XIX llamada mastines alpinos reanimando a un viajero angustiado de Edwin Landseer, que muestra la imagen de dos San Bernardo llevando barriles de lo que aparentemente era brandy. La imagen se quedó en el imaginario colectivo y hasta el día de hoy, los San Bernardo siguen apareciendo con esos barriles alrededor de su cuello en todo, desde comerciales hasta caricaturas.
Tamaño
Los San Bernardo originales tenían una apariencia más parecida a la de los pastores alemanes actuales. Eran más delgados y más cortos, tenían un pelaje más fino de color marrón rojizo y una cola más larga que los Bernies modernos. Para aumentar su tamaño, eventualmente se cruzaron con Terranova.
Los San Bernardo de hoy en día tienen un peso promedio entre 120 y 280 libras y una altura entre 26 y 30 pulgadas. Este gran tamaño significa que tardarán más tiempo en madurar hasta su tamaño adulto, algunos alcanzan su tamaño completo cuando tienen más de 2 años.
Inteligencia
Al igual que la mayoría de los perros de trabajo, los San Bernardo son inteligentes y aprenden rápidamente. Por lo general, solo necesitan 15 minutos de entrenamiento al día para aprender las tareas básicas y entender rápidamente una o dos palabras de entrenamiento de una o dos sílabas.
Debido a su gran tamaño, lo importante es entrenarlos desde temprana edad, especialmente si van a pasar tiempo dentro de tu casa. Quieres que aprendan rápidamente las áreas que están fuera de límites y se conviertan en un cachorro bien educado que no esté siempre derribando cosas (¡o personas!) por accidente.
Temperamento
Los San Bernardo no solo son inteligentes, sino que también están ansiosos por complacer y les encanta pasar tiempo en grupos grandes. Están tan ansiosos por estar cerca de las personas que pueden ponerse tristes si sienten que los están excluyendo.
Su gran tamaño y el sonido de sus ladridos hacen que los Bernies sean excelentes perros guardianes. También son fieramente protectores de quienes aman. Su intenso deseo de complacer a sus dueños generalmente los hace fáciles de entrenar y protectores ideales para el hogar.
Nivel de actividad
Ten en cuenta que esta raza fue criada originalmente para estar afuera, por lo que disfrutan de su tiempo de juego al aire libre. Durante el verano, su grueso pelaje los hace sentir más calor del que puedes darte cuenta. Una pequeña piscina con suficiente agua para cubrir sus patas les ayudará a mantenerse frescos durante las altas temperaturas.
Debido a su gran tamaño, la actividad es clave para asegurarse de que se mantengan en un peso saludable, lo que evita que sus caderas y codos se sobrecarguen a medida que envejecen. Algunas caminatas o carreras rápidas al día deberían garantizar que su peso se mantenga bajo control. Si no tienes tiempo para sacar a pasear a tu Bernie, considera inscribirlo en una guardería para perros como Dogtopia, donde disfrutará de horas de diversión segura y de juego libre.
El San Bernardo es un ser social. Nada le hace más feliz que participar en las actividades familiares. Por el contrario, es probable que este perro se ponga triste si siente que está siendo excluido de la diversión. Debido a que el San Bernardo adulto es tan grande, el entrenamiento es imprescindible, cuanto antes mejor. Se sabe que la raza es obstinada en ocasiones. Sin embargo, una vez que un San comprende lo que se espera de él, su deseo instintivo de complacer generalmente compensará cualquier terquedad.
El San Bernardo adulto muda su pelaje dos veces al año, en primavera y otoño. Cepillarlo regularmente ayudará a minimizar la caída del pelo.
Aunque el perro necesita comer suficiente comida para mantener un peso saludable, no lo alimentes en exceso. El peso en exceso puede poner tensión en las articulaciones y empeorar cualquier problema en las caderas o codos del perro. Es posible que los requisitos de comida por libra para un San sean menores que para otras razas, ya que su temperamento es más tranquilo y necesita menos ejercicio que muchas otras razas.
Como ocurre con otras razas muy grandes, los San Bernardo tienen una vida relativamente corta. La esperanza de vida generalmente es de 8 a 10 años.
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