La inteligencia y el sentido común: una mirada crítica

El sentido común es una habilidad fundamental para valorar situaciones de la vida cotidiana y tomar decisiones acertadas. Es el conocimiento que adquirimos a través de la experiencia y que nos permite responder de manera adecuada ante diferentes circunstancias. A menudo, relacionamos el sentido común con conocimientos extendidos en la sociedad que nos ayudan a reaccionar de manera adecuada en cada ocasión.

Índice
  1. El sentido común y las creencias populares
  2. La visión aristotélica del sentido común
  3. El sentido común y la ciencia
  4. El pensamiento crítico como alternativa
    1. ¿El sentido común es lo mismo que la inteligencia?
    2. ¿El sentido común es innato o se puede desarrollar?
    3. ¿El sentido común siempre es confiable?

El sentido común y las creencias populares

El sentido común está influenciado en gran medida por creencias populares que se han extendido hasta parecer leyes, pero que poco tienen que ver con la ciencia. Por ejemplo, existe la creencia de que expresar la ira de manera agresiva, como gritar fuerte o lanzar objetos, ayuda a calmarla. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que esta reacción solo hace que el sentimiento de ira crezca.

El pragmatismo del siglo XIX defiende que el sentido común se basa en la utilidad de ciertas ideas en la vida diaria, más que en su veracidad. No se trata de determinar si algo es verdadero o falso, sino de analizar las consecuencias de aceptar ciertas ideas como válidas.

La visión aristotélica del sentido común

Aristóteles tenía una visión más literal del sentido común. Para él, era la capacidad de percibir de la misma forma los mismos estímulos sensoriales. Todos compartimos una forma similar de percibir el entorno, desde colores hasta sabores. Sin embargo, otros pensadores argumentaron que el sentido común va más allá de los sentidos y se relaciona con el análisis, el razonamiento y la toma de decisiones en la vida cotidiana.

El sentido común y la ciencia

En ocasiones, el sentido común choca con la ciencia. El sentido común se basa en creencias populares aceptadas, mientras que la ciencia requiere de observación y análisis para formar creencias detalladas. A menudo, confiamos en verdades que no son del todo ciertas o rigurosas.

Un ejemplo de esto es la predicción del tiempo. Muchas personas confían en métodos antiguos, como las cabañuelas, para predecir el clima, mientras que la ciencia de la meteorología utiliza tecnologías avanzadas para hacer pronósticos más precisos.

También tendemos a enfocarnos más en los casos que confirman nuestras creencias que en aquellos que las contradicen, lo que se conoce como sesgo de confirmación. Esto puede llevarnos a mantener creencias populares aunque la evidencia científica las refute.

El pensamiento crítico como alternativa

Ante la discrepancia entre el sentido común y la ciencia, el pensamiento crítico se presenta como una opción. Consiste en considerar alternativas y guiarse por la evidencia científica, basada en la investigación. No se trata de cuestionar todas las creencias, pero sí de ser escépticos y abrirnos a nuevas ideas.

  • ¿El sentido común es lo mismo que la inteligencia?

    No necesariamente. El sentido común es una habilidad que nos permite tomar decisiones basadas en el conocimiento adquirido previamente, mientras que la inteligencia es una capacidad más amplia que involucra el razonamiento, la resolución de problemas y la adaptación al entorno.

  • ¿El sentido común es innato o se puede desarrollar?

    El sentido común se desarrolla a lo largo de la vida a través de la experiencia y la interacción con el entorno. Si bien algunas personas pueden tener una predisposición natural hacia el sentido común, todos podemos cultivarlo y mejorarlo con el tiempo.

  • ¿El sentido común siempre es confiable?

    No siempre. El sentido común está influenciado por creencias populares que pueden no estar respaldadas por la evidencia científica. Por eso es importante combinar el sentido común con el pensamiento crítico y la búsqueda de información confiable.

El sentido común es una habilidad fundamental para tomar decisiones en la vida cotidiana. Aunque a menudo está influenciado por creencias populares, es importante combinarlo con el pensamiento crítico y la evidencia científica. El sentido común no es igual a la inteligencia, pero ambos se complementan en nuestro proceso de toma de decisiones. Cultivar el sentido común y estar abiertos a nuevas ideas nos ayuda a ser más razonables y a tomar decisiones más acertadas en cada situación.

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