Cómo ser feliz a pesar de no ser tan inteligente

La felicidad es un estado de ánimo que todos buscamos alcanzar en nuestra vida. Sin embargo, muchas personas creen que la felicidad está reservada solo para aquellos que son inteligentes o exitosos. Pero la verdad es que la felicidad no está determinada por el coeficiente intelectual o los logros académicos, sino por cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. A continuación, te presentamos cinco hábitos que puedes cultivar para ser feliz a pesar de no ser tan inteligente.

Índice
  1. Ponerle nombre a las emociones
  2. Socializar
  3. Hacer ejercicio físico
  4. Abrazar
  5. Hablarse a uno mismo en positivo

Ponerle nombre a las emociones

Una de las formas más efectivas de gestionar nuestras emociones y sentirnos más felices es ponerles nombre. Un estudio realizado por la National Library of Medicine demostró que etiquetar nuestros sentimientos ayuda a frenar la actividad de la amígdala, la parte del cerebro que se activa cuando nos emocionamos. Por lo tanto, es recomendable escribir o hablar sobre lo que nos sucede para tomar distancia de los problemas, mirarlos con perspectiva y gestionarlos de manera más efectiva. El 'journaling' o llevar un diario de emociones es una técnica muy útil para este propósito.

Socializar

Los seres humanos somos animales sociales por naturaleza, y la calidad de nuestras relaciones tiene un impacto significativo en nuestra felicidad. Dedicar tiempo a socializar, aunque sean solo unos minutos al día, es clave para irnos a dormir más felices. Un estudio realizado por Harvard demostró que las personas más felices son aquellas que tienen relaciones cercanas y de calidad con amigos y familiares. Además, mantener conversaciones con personas que no forman parte de nuestro círculo cercano también puede aportar felicidad y bienestar, según la teoría de los lazos débiles desarrollada por el sociólogo Mark S. Granovetter.

Hacer ejercicio físico

El ejercicio físico no solo mejora nuestra salud física, sino que también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional. Un estudio realizado por las universidades de Oxford y Yale demostró que hacer ejercicio proporciona más felicidad que la riqueza. Los deportes de fondo, como correr, nadar o remar, son especialmente efectivos para liberar endorfinas, hormonas que alivian el dolor y anulan las emociones negativas. Sin embargo, es importante no excederse en la práctica deportiva, ya que el exceso puede ser contraproducente para nuestra salud mental.

Abrazar

El contacto físico, como los abrazos, tiene un impacto significativo en nuestra felicidad. Abrazar reduce la segregación de cortisol en nuestro cerebro, permitiendo la liberación de oxitocina y serotonina, hormonas relacionadas con el bienestar y la felicidad. Además, el abrazo está relacionado con la atenuación del estado de ánimo negativo que experimentamos durante conflictos personales. Desde bebés, estamos predispuestos a abrazar para garantizar nuestra supervivencia, lo que nos condiciona a asociar esta manifestación de afecto con un sentimiento de protección que reduce el estrés y nos hace más felices.

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Hablarse a uno mismo en positivo

La forma en que nos tratamos a nosotros mismos tiene un impacto directo en nuestra felicidad. A menudo, nos lanzamos mensajes negativos cuando no nos ajustamos a nuestras propias expectativas. Sin embargo, estudios han demostrado que cuando nos hablamos a nosotros mismos en segunda persona y nos damos mensajes positivos, tomamos mayor distancia de las emociones y somos más racionales y optimistas. Por lo tanto, es importante cultivar un diálogo interno positivo y compasivo para aumentar nuestra felicidad.

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La felicidad no está reservada solo para las personas inteligentes o exitosas. Cultivar hábitos como ponerle nombre a las emociones, socializar, hacer ejercicio físico, abrazar y hablarse a uno mismo en positivo puede ayudarnos a ser felices a pesar de no ser tan inteligentes. Recuerda que la felicidad no depende de factores externos, sino de cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.

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