Koko fue una gorila adiestrada por la doctora Francine Patterson y otros científicos de la Universidad de Stanford. Su entrenamiento consistió en aprender más de 1000 signos basados en la lengua de señas americana (ASL), lo que le permitió comunicarse con los humanos de una manera impresionante. Koko comprendía aproximadamente dos mil palabras de inglés hablado, lo cual la convertía en uno de los animales no humanos más hábiles en el uso del lenguaje.
El uso del lenguaje por parte de Koko
El debate sobre si Koko realmente usaba la lengua de signos o simplemente realizaba los gestos condicionada por la recompensa de los investigadores ha sido objeto de discusión. Algunos científicos argumentan que Koko comprendía el significado detrás de los gestos que realizaba, mientras que otros creen que solo estaba respondiendo a un condicionamiento. Sin embargo, la doctora Patterson, quien trabajó estrechamente con Koko, afirma que la gorila era capaz de inventar nuevos signos para comunicar nuevas ideas. Por ejemplo, Koko combinaba las palabras dedo y pulsera para referirse a un anillo, lo cual demuestra su capacidad para expresar pensamientos coherentes a través de la lengua de signos.
Además de su habilidad para comunicarse, Koko también mostraba una comprensión emocional. Durante un chat-encuentro de Internet, Koko fue preguntada sobre la posibilidad de tener hijos con su pareja, Ndume. Koko indicó claramente que no estaba de acuerdo, utilizando términos como retrete y malo para referirse a Ndume. A pesar de esto, la doctora Patterson sugirió que si se introdujeran más hembras al recinto, Ndume podría ser más receptivo y podría emparejarse con Koko. Sin embargo, Koko respondió nuevamente que no estaba de acuerdo con esta interpretación y demostró una comprensión clara de la situación.
El entrenamiento de Koko
El entrenamiento de Koko comenzó cuando tenía un año de edad. A lo largo de los años, Koko desarrolló un vocabulario de más de 1000 señas, lo cual la convertía en uno de los gorilas más hábiles en el uso del lenguaje. A través de este estudio experimental, fue posible implementar un método de lengua de señas para sordos en primates. Koko podía realizar preguntas y respuestas, identificar objetos y transmitir emociones como la alegría y la tristeza.
El estudio de Koko también ha revelado que los gorilas tienen la capacidad de comunicarse de manera satisfactoria con los humanos a través de la lengua de señas. Esto demuestra que, a pesar de las diferencias biológicas y cognitivas, los gorilas pueden aprovechar sus habilidades genéticas ancestrales para establecer una comunicación significativa con los humanos.
Koko, la gorila inteligente, ha demostrado que los gorilas tienen la capacidad de comunicarse de manera efectiva con los humanos a través de la lengua de señas. Su habilidad para comprender y expresar pensamientos coherentes, así como sus emociones, demuestra la inteligencia y la sensibilidad de estos animales. El estudio de Koko ha abierto nuevas puertas en nuestra comprensión de la comunicación animal y ha mostrado que las barreras entre especies pueden ser superadas cuando se utiliza un enfoque adecuado. Koko ha dejado un legado duradero en el campo de la investigación de la comunicación animal y continuará inspirando a las futuras generaciones de científicos.
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