El poder mantener nuestras emociones en equilibrio nos hace ser más productivos, creativos y más felices. Ser capaz de gestionar nuestras emociones de manera inteligente significa que somos capaces de canalizarlas para así poder mantener nuestra mente en equilibrio y armonía.
El poder mantener nuestras emociones en equilibrio nos hace ser más productivos, creativos y más felices, por eso la famosa frase del psicólogo estadounidense Daniel Goleman: la inteligencia emocional representa el 80 por ciento del éxito en la vida .
Lo bueno es que lograr que nuestras emociones estén en armonía sólo requiere que seamos decididos y constantes en nuestra lucha por darle un rumbo constructivo a nuestra vida. ¿Cómo lograrlo?
Las emociones tienen una razón de ser
Es un error catalogar nuestras emociones en positivas o negativas, pues no existen las emociones negativas. Por ejemplo: Sentir miedo. Muchos podrían creer que es una emoción negativa pues no nos produce una sensación grata, sin embargo, el miedo es lo que impide que realicemos acciones temerarias que pongan en riesgo nuestra integridad física. Por lo tanto, uno debe aprender a gestionar estas emociones y aprender que son una saber que algo pasa en nosotros.
Sentir
A partir de lo anterior, no debemos reprimir nuestras emociones. Desde niños nos dicen no llores, no te vayas a poner a llorar, llorar no soluciona nada, sin embargo, debemos entender que las emociones surgen por algo y que reprimirlas sólo causará que en algún momento detonen de una forma peor.
Si aceptamos lo que sentimos, será mucho más fácil poder gestionar nuestras emociones. Por otra parte, nos ayudará a conocernos aún más y a saber qué nos genera miedo, inseguridad, tristeza, etcétera.
Atender lo que sentimos
El psicólogo Daniel Goleman señala que al atender nuestra emoción, automáticamente se modula. Puede parecer fácil identificar nuestras emociones, pero no lo es, ya que muchas veces confundimos la ira con la frustración, la pena con la decepción, entre otras, lo que no permite que seamos capaces de comprender lo que nos sucede.
Ser críticos con nuestros pensamientos
Debemos saber interpretar nuestros pensamientos pues no son una realidad, sino un filtro para la realidad. Por ejemplo, un pensamiento puede decirnos que una dificultad es una molestia, pero ¿podría ser un reto? Por esto, es importante que cuestionemos nuestras ideas y no nos dejemos llevar a ciegas por ellas.
¿Cómo gestionar tus emociones? Aquí algunos consejos:
- Escribe tus emociones más habituales y qué las genera. El autoconocimiento emocional siempre será la mejor estrategia para gestionar nuestras emociones.
- Acéptate tal como eres. Todos nos equivocamos y es normal sentirse mal cuando lo hacemos, pero es aún peor quedarse pegado en el error y no aprender de él y avanzar.
- Ten una actitud positiva. No siempre es fácil controlar las emociones, requiere tiempo conocerse a uno mismo, así que no hay que perder la paciencia.
- A veces la mejor alternativa es alejarte del conflicto. Hay que saber qué batallas pelear: Si alguien te hace daño, mejor alejarse y no quedarse intentando entender por qué nos lastima o nos hace sentir tan mal.
- Aprende a diferenciar entre una crítica constructiva y una no constructiva.
- Libera la tensión practicando algún deporte.
- Practica la escucha activa, así entenderás mejor las emociones de los demás.
- Asiste a un taller de control de las emociones, siempre es bueno detectar cuando es momento de pedir ayuda.
Las informaciones publicadas no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. No hacemos apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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