El nivel de inteligencia senso-motor es una etapa clave en el desarrollo cognitivo de los seres humanos. Esta fase, que abarca desde el nacimiento hasta los dos años aproximadamente, se caracteriza por la interacción entre los sentidos y los movimientos del cuerpo, permitiendo al bebé explorar y comprender el entorno que lo rodea.
Qué es el nivel senso-motor
El nivel senso-motor es la primera etapa del desarrollo cognitivo propuesta por el psicólogo suizo Jean Piaget. Durante esta fase, los bebés adquieren conocimiento a través de la interacción con su entorno, utilizando sus sentidos y movimientos corporales para explorar y comprender el entorno.
En esta etapa, los bebés no poseen la capacidad de representar mentalmente los objetos o eventos que no están presentes en su campo de visión. Sin embargo, a medida que experimentan diferentes estímulos sensoriales y realizan movimientos, desarrollan habilidades cognitivas básicas que sientan las bases para su futura comprensión del entorno.
Qué sucede en la etapa sensorio-motriz
En la etapa sensorio-motriz, los bebés experimentan un rápido desarrollo en diferentes áreas clave. A continuación, se presentan algunas de las características más destacadas de esta etapa:
Coordinación sensorio-motriz
Los bebés comienzan a coordinar sus movimientos con la información sensorial que reciben. Por ejemplo, aprenden a agarrar objetos con sus manos y llevarlos a la boca, investigando así su textura y sabor. También empiezan a utilizar la visión y el oído para localizar y seguir objetos en movimiento.
Esta coordinación sensorio-motriz es fundamental para el desarrollo de habilidades motoras finas y gruesas, así como para la percepción y comprensión del entorno.
Desarrollo de la permanencia del objeto
Una de las principales adquisiciones cognitivas en esta etapa es la comprensión de la permanencia del objeto. Al principio, los bebés creen que los objetos desaparecen cuando ya no están a la vista. Sin embargo, a medida que desarrollan su inteligencia senso-motora, empiezan a comprender que los objetos siguen existiendo aunque no los vean.
Este logro es fundamental para el desarrollo de la memoria y la capacidad de representar mentalmente los objetos y eventos.
Exploración activa del entorno
Los bebés en la etapa sensorio-motriz son exploradores incansables. Utilizan sus sentidos y movimientos para investigar y comprender el entorno que los rodea. Tocan, agarran, chupan, tiran y golpean objetos, experimentando con diferentes texturas, formas y sonidos.
Esta exploración activa del entorno les permite adquirir información sobre las propiedades físicas de los objetos y desarrollar una comprensión intuitiva de las leyes físicas básicas, como la gravedad y la resistencia.
El nivel de inteligencia senso-motor es una etapa crucial en el desarrollo cognitivo de los bebés. Durante esta fase, adquieren conocimiento a través de la interacción con su entorno, utilizando sus sentidos y movimientos para explorar y comprender el entorno.
Al coordinar sus movimientos con la información sensorial que reciben, desarrollan habilidades motoras y perceptivas fundamentales. Además, adquieren la comprensión de la permanencia del objeto y exploran activamente su entorno, adquiriendo información sobre las propiedades físicas del entorno.
Es importante destacar que cada bebé desarrolla estas habilidades a su propio ritmo, por lo que es fundamental brindarles un entorno seguro y estimulante que les permita explorar y aprender de acuerdo a sus propias capacidades.
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