Sensibilidad e inteligencia: una combinación poderosa

¿Alguna vez has presumido de ser una persona sensible?

Lo más probable es que la respuesta sea nunca. Hay muchas características de las que nos enorgullecemos, pero ser sensible generalmente se percibe como una debilidad. Se utiliza para significar que eres frágil, de piel delgada o simplemente reaccionas exageradamente. A los hombres se les dice que no deberían ser sensibles en absoluto, mientras que a las mujeres se les dice que no sean tan sensibles, una serie de palabras exasperantes que deberían retirarse.

sensibilidad e inteligencia - Está la inteligencia ligada a la sensibilidad

De cualquier manera, el mensaje que las personas sensibles reciben no es celebrar quiénes son. Es que deberían superar su sensibilidad y fortalecerse. Dejando de lado que este enfoque no funciona, es equivocado. La sensibilidad es en gran medida genética y no algo que puedas apagar. Es un rasgo vinculado al talento y algo que debemos abrazar. De hecho, según tres décadas de investigación, no solo es un rasgo saludable, sino que también sirve como un activo poderoso.

Índice
  1. La sensibilidad como rasgo de personalidad
  2. La creatividad y la sensibilidad
  3. La toma de decisiones y la sensibilidad
  4. El efecto impulso de las personas sensibles

La sensibilidad como rasgo de personalidad

Si eres una persona sensible, esto significa que absorbes más información de tu entorno y haces más con ella. Las personas sensibles están conectadas a nivel cerebral para procesar la información más profundamente que los demás. Esto incluye la entrada sensorial (como notar la textura de una tela), la entrada emocional (leer las señales sociales) e ideas (dedicar más tiempo a pensar las cosas y hacer más conexiones entre conceptos).

Si eres sensible, este procesamiento profundo cambia la forma en que ves el entorno. Probablemente notes lo que otros pasan por alto, pienses y sientas profundamente y tengas una vida interna vívida. Es probable que también te sobreestimules en situaciones que no molestan a nadie más. Si es así, no estás solo. Aproximadamente el 30% de todas las personas, independientemente de su género, tienen una alta sensibilidad. Estas personas, a veces llamadas personas altamente sensibles (PAS), están conectadas para profundizar. Y esa profundidad viene con dones.

La creatividad y la sensibilidad

El don sensible más conocido y celebrado es la creatividad. Es quizás la única generalización que es cierta: las personas sensibles tienden a ser altamente creativas y muchos, tal vez la mayoría, de los artistas, músicos y actores son personas sensibles.

Pero la creatividad no se limita a las artes. La misma capacidad se traduce en innovación. Muchos de nuestros pensadores y científicos más grandes a lo largo de la historia han sido personas sensibles, incluido Charles Darwin, quien no solo era creativo, sino contemplativo, humilde, consciente y lleno de emociones fuertes: el modelo de una persona sensible. Las personas sensibles tienen esta capacidad de innovación porque tienden a ser pensadores profundos que dedican más tiempo y energía a analizar los problemas y encuentran más posibilidades y soluciones.

La toma de decisiones y la sensibilidad

Las personas sensibles también tienen una gran capacidad para la toma de decisiones. En estudios que involucran a humanos y monos, los sujetos que son sensibles, basados en tener variantes genéticas asociadas con la sensibilidad, tienden a superar a los demás en una variedad de tareas cognitivas, especialmente aquellas que requieren notar patrones y usarlos para predecir resultados y tomar decisiones inteligentes.

Esta capacidad de toma de decisiones puede dar a las personas sensibles una ventaja evolutiva. En una simulación por computadora de selección natural realizada en 2008, las criaturas que gastaron más recursos considerando sus opciones y comparándolas con los resultados pasados, como lo hacen las personas sensibles, salieron adelante a largo plazo en comparación con las criaturas menos sensibles. Acumularon más recursos con el tiempo y sobrevivieron a los demás. En la naturaleza, eso podría significar rastrear presas cuando todos tienen hambre. En el entorno empresarial, significa llevar a las empresas a la cima de su industria.

El efecto impulso de las personas sensibles

Pero tal vez la mayor ventaja de las personas sensibles es lo que llamamos el efecto impulso. El efecto impulso significa que las personas sensibles obtienen más impulso de las mismas cosas que ayudan a cualquiera. Por ejemplo, un estudio realizado en 2022 analizó a cientos de parejas en riesgo de divorcio. A las parejas se les había dado una formación en relaciones para mejorar sus matrimonios y a simple vista parecía que funcionaba: las parejas que la recibieron tenían más probabilidades de permanecer juntas. Pero cuando los investigadores les hicieron pruebas de personalidad, descubrieron que eran las personas sensibles las que tenían más probabilidades de utilizar la formación para salvar sus matrimonios. Además, las parejas en las que al menos una persona era sensible informaron una mejora en la calidad de la relación en general, se volvieron más felices. Otras parejas no obtuvieron ese beneficio.

El Efecto Impulso no se limita a las relaciones. Una y otra vez, los investigadores descubren que las personas sensibles se potencian con cualquier forma de formación o apoyo. Si eres una persona sensible, puedes activar esta capacidad creando un entorno de apoyo a tu alrededor, como un grupo de amigos solidarios, y buscando recursos como mentoría, formación, terapia o coaching.

Las personas sensibles pagan un precio por estos dones al volverse sobreestimuladas. La sobreestimulación ocurre cuando hay demasiada información para que el cerebro profundice. Se siente como una niebla mental, fatiga, ansiedad y una sensación de abrumo; ocurre en situaciones que son demasiado ruidosas, caóticas o emocionalmente intensas. (Un día agitado en el trabajo o un conflicto con una pareja son desencadenantes comunes). Este es el único momento en que las personas sensibles realmente pueden parecer menos fuertes que los demás, pero las personas sensibles pueden aprender a evitarlo en gran medida, especialmente al reservar tiempo cada día para permitir que la mente procese y ponerse al día. Para las personas sensibles, incluso los extrovertidos sensibles, un poco de tiempo tranquilo a solas va muy lejos.

Si algo de esto te suena familiar, es posible que seas más sensible de lo que te das cuenta. Si es así, probablemente has sentido la presión de ocultarlo. Pero eso es una trampa. No puedes hacerte menos sensible de lo que eres y tratar de hacerlo solo te desconecta de tus dones.

En cambio, el paso más importante que puedes dar por ti mismo es lo que la sociedad te ha dicho que no hagas toda tu vida: deja de esconderte de tu sensibilidad. Acéptala y muéstrala al entorno.

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