La inteligencia asombrosa de las plantas

No se mueven ni hablan, pero las plantas tienen un tipo de inteligencia natural que les ayuda a vivir y a establecer relaciones con su entorno.

Índice
  1. Cuál es la inteligencia de las plantas
  2. Las plantas duermen
  3. Las plantas tienen memoria y aprenden
  4. Las plantas oyen
  5. Las plantas transmiten señales y se protegen
  6. Las plantas se comunican
  7. Las plantas reconocen a sus parientes
  8. Las plantas tienen inteligencia emocional
    1. La vida bajo tierra

Cuál es la inteligencia de las plantas

Si atendemos al origen etimológico del concepto de inteligencia, el cual hace referencia a “una entidad que sabe escoger y seleccionar las mejores opciones para solucionar un problema”, entonces las plantas tienen inteligencia, como han demostrado distintos científicos.

Las plantas duermen

Stefano Mancuso, una de las máximas autoridades mundiales en el campo de la neurobiología vegetal, sostiene que las plantas tienen un ciclo activo y un ciclo de descanso. Esta última fase sería comparable con el ciclo del sueño en humanos, ya que durante la misma no tienen sensibilidad del entorno e incluso cambian de posición y/o cierran sus hojas. Mancuso, también comprobó que al igual que en los humanos, el ciclo de descanso de las plantas se reduce con la edad.

Las plantas tienen memoria y aprenden

El equipo de investigación de Mancuso, en la Universidad de Florencia, demostró que las plantas son capaces de memorizar y de aprender, para ello escogieron la especie Mimosa pudica, una planta que cierra las hojas si la tocas.

Usaron el estímulo de dejar caer una maceta donde estaba la planta desde 10 centímetros de altura. La primera vez cerraba las hojas, la segunda también, sin embargo, después de varias repeticiones, ya no las cerraba. En cambio, si la tocaban sí que las cerraba. Esto demostró que era capaz de aprender que había dos estímulos diferentes, la caída (no peligrosa) y el tocamiento (peligroso). Tras esta prueba la dejaron dos meses en un invernadero y repitieron la prueba, obteniéndose los mismos resultados, lo que demostró que tenían memoria. No se sabe cuánto dura esta memoria, pero podrían ser años y en el caso de los árboles podrían durar incluso más.

Las plantas oyen

Mónica Galiano, investigadora del Centro de Biología Evolutiva de la Universidad de Australia, publicó un estudio donde demostró que las plantas de guisantes son capaces de localizar el agua a distancia en ausencia de humedad, pudiendo así dirigir sus raíces hacia ellas. Esto lo hacen gracias a lo que podríamos considerar una especie de sentido auditivo que puede ser confundido por el ruido de fondo y les permite diferenciar el sonido real de uno grabado.

Las plantas transmiten señales y se protegen

Las plantas son capaces de transportar hoja por hoja, mediante reacciones electroquímicas, la información que produce la luz que ilumina una sola de ellas. Estas señales, tal y cómo demostró Stansilaw Karpinski, de la Universidad de Ciencias de la Vida de Varsobia.

Este mismo estudio también determinó que las reacciones de las plantas dependen del color que las ilumine de forma que responden de manera diferente a cada color, esto lo pueden usar para prepararse para las estaciones frías o cálidas con anticipación, evitando así que las heladas o las olas de calor deterioren su metabolismo.

En este sentido, las plantas también son capaces de identificar el insecto que las ataca por la forma en que dañan sus células, los compuestos que libera y las características de la saliva de los mismos, pudiendo así interpretar dichas señales para desarrollar una defensa específica.

Las plantas se comunican

Las plantas se comunican entre ellas a través de señales químicas volátiles que viajan en el aire. Este mecanismo lo utilizan fundamentalmente para avisar a otras plantas de la presencia de una amenaza, de modo que puedan preparase y activar sus mecanismos de defensa.

Las plantas reconocen a sus parientes

Jorge Casal, investigador de Buenos Aires, observó que las plantas de Arabidopsis que crecen junto a otra con similar secuencia genética, cambian la disposición de sus hojas para reducir la sombra de sus vecinas, sin embargo, no hacían lo mismo si no guardaban ningún tipo de parentesco.

Las plantas tienen inteligencia emocional

Una de las principales distinciones entre las plantas y los animales es cómo responden a los estímulos. Los humanos tienen cerebros, donde se entienden los estímulos y se formulan respuestas. Las respuestas emocionales son simplemente respuestas complejas a estímulos sociales complejos.

Las plantas carecen de un sistema nervioso central, pero aún son capaces de procesar información de fuentes externas y responder a ellas. Si bien las plantas no tienen los mismos sentimientos que nosotros, a menudo recuerdan los estímulos y se comunican con otras plantas al respecto.

Las plantas no procesan las sensaciones de la misma manera que los animales, ya que no tienen un sistema nervioso central. Pero las plantas reaccionan a sensaciones negativas o desagradables. Por ejemplo, si tocas las hojas de la planta sensible, Mimosa pudica, estas se cerrarán. Si podas un arbusto, este producirá una callosidad alrededor de la herida y estimulará un nuevo crecimiento por debajo del corte.

Las plantas retienen recuerdos de estos eventos, distribuidos por toda la planta, más cerca de donde se necesita el recuerdo. No es simplemente una respuesta biofísica a los estímulos. Si tocas repetidamente las hojas de una planta sensible, la planta dejará de cerrar sus hojas. Ha aprendido que la sensación no es una amenaza y retendrá ese conocimiento durante hasta 40 días.

la fascinante inteligencia de las plantas - Las plantas tienen inteligencia emocional

De manera similar, las plantas perennes recuerdan cuándo comenzar a crecer nuevamente en primavera. Florecer antes de que los polinizadores hayan vuelto del invierno será improductivo. Florecer cuando todavía hace demasiado frío podría causar lesiones e incluso la muerte. Por lo tanto, muchas plantas producen proteínas que les permiten recordar cuántos días han pasado desde la última exposición al frío, y solo comienzan a crecer cuando consideran que es seguro.

La comunicación entre especies

Una de las relaciones inter-especies más importantes y frecuentes en la Tierra es la asociación micorrízica entre hongos y raíces de plantas, una relación común en alrededor del 90% de las especies de plantas.

A través de estas redes, las plantas se comunican con los hongos y otras plantas, transfiriendo nutrientes y enviando señales de estrés. Las plantas comparten importantes sustancias químicas como nitrógeno, carbono y fósforo a través de las redes fúngicas. Las plantas de aloe vera, los tomates y otras plantas se notifican entre sí con señales eléctricas, como la versión vegetal de la comunicación electrónica, para inducir el crecimiento de las plantas, mejorar la cicatrización de heridas, entre otras razones. Esta vasta red neuronal subterránea deja en ridículo a Internet.

Las plantas también señalan el estrés químicamente a través de sus hojas. Cuando un herbívoro mastica una planta de salvia o un árbol de acacia, la planta emite toxinas no solo para repeler al masticador, sino también para señalar a las plantas vecinas, que también comienzan a emitir toxinas.

Las plantas escuchan entre ellas

Al igual que muchos animales, algunas plantas también se comunican mediante el sonido. El sonido no es más que vibraciones en las ondas de aire, algo que las células vegetales pueden evolucionar para producir y las fibras vegetales para detectar.

Estudios recientes sobre la comunicación de las plantas muestran que algunas plantas emiten ondas sonoras de alta frecuencia. Las plantas de tomate y tabaco producen sonidos durante las sequías o cuando se cortan sus hojas.

Las plantas también pueden ser buenos oyentes. Las plantas de guisantes envían sus raíces hacia el sonido del agua en movimiento, incluso si el sonido está grabado y no hay agua presente. Y las flores de prímula producen néctar más dulce cuando se exponen al sonido (artificial o natural) de las abejas zumbando.

La vida bajo tierra

La mayor parte de la vida de una planta se vive bajo tierra. Aquí es donde las plantas piensan, en una red descentralizada de células sensoriales y de memoria, un sistema nervioso que puede contener más de un billón de células, aproximadamente la misma cantidad que un cerebro humano. Lamentablemente, los humanos valoran las plantas principalmente por sus órganos reproductivos, sus flores, frutas y semillas, en lugar de sus partes pensantes y sensibles. Al igual que nosotros, las plantas usan ambas para sobrevivir.

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