La inteligencia de los parámetros es un servicio que utiliza recursos tecnológicos, físicos y humanos para analizar las transacciones realizadas por los clientes en diferentes canales y detectar patrones de comportamiento no habituales con el objetivo de prevenir posibles fraudes. Este servicio cuenta con especialistas en análisis de datos y fraudes, así como con un software parametrizable que alerta cualquier desviación en el comportamiento de los clientes o grupos de clientes.
El cerebro triuno y la inteligencia de los patrones
Los avances en neurociencia y educación han permitido entender mejor el funcionamiento del cerebro humano y los procesos de aprendizaje. El concepto del cerebro triuno, propuesto por Paul McLean en 1978, plantea que el cerebro humano está compuesto por tres subsistemas interrelacionados: el cerebro reptiliano, el cerebro límbico y la neocorteza. Estos subsistemas son responsables de la conducta humana y se relacionan con la inteligencia de las rutinas, rituales y parámetros.
El cerebro reptiliano es el subsistema más primitivo y se encarga de ejecutar los programas más básicos de supervivencia. Aquí se encuentran los instintos y las conductas preprogramadas inconscientemente. Este subsistema reacciona de manera automática cuando el individuo se siente amenazado, generando comportamientos de temor o agresividad.
El cerebro límbico está asociado a las emociones y deseos. Aquí se procesan los procesos emocionales y se dan las motivaciones básicas. Este subsistema está formado por diferentes estructuras cerebrales como la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo.
Por último, la neocorteza es el cerebro más especializado que poseen los humanos. Es responsable del pensamiento racional, el análisis y el entendimiento. Es la parte del cerebro que nos permite adquirir conocimientos, desarrollar sociedades, culturas y tecnologías.
Significación de la teoría del cerebro triuno para el aprendizaje
La teoría del cerebro triuno tiene una gran relevancia en el ámbito educativo, ya que nos permite comprender que el aprendizaje no es solo un proceso cognitivo determinado por la acumulación de información, sino que también está influenciado por los procesos emocionales y motivacionales.
Para aprovechar al máximo la capacidad cerebral, es necesario potenciar y autorregular los tres cerebros. Esto implica desarrollar el pensamiento divergente y creativo, promover el interés por aprender y establecer una conexión afectiva con el proceso de aprendizaje. Los docentes deben crear ambientes de aprendizaje que estimulen la interacción entre los estudiantes y fomenten un clima psicoafectivo positivo.
La inteligencia de los parámetros se basa en el análisis de los patrones de comportamiento para prevenir fraudes. Esta inteligencia está relacionada con el concepto del cerebro triuno, que explica cómo el cerebro humano se ha organizado y evolucionado para llevar a cabo tareas complejas. Comprender esta teoría es fundamental para potenciar el aprendizaje y aprovechar al máximo nuestras capacidades cerebrales.
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