La relación entre los niños y los animales de compañía es algo especial y beneficioso para ambos. Los perros y los gatos, en particular, pueden aportar numerosos beneficios a los niños en su desarrollo educativo, social y emocional. Además, la interacción con los animales les enseña valores importantes como la responsabilidad y el respeto hacia los demás. En este artículo, exploraremos los beneficios de la relación entre los niños y los animales, y cómo puede influir en su inteligencia y desarrollo emocional.
¿Qué aprenden los niños con los animales?
La compañía de un animal, ya sea un perro o un gato, puede mejorar la calidad de vida de los niños de muchas maneras. En primer lugar, la presencia de un animal de compañía puede aumentar la longevidad, preservar el equilibrio físico y mental, facilitar la recreación y reducir el estrés. Además, los animales pueden disminuir el índice de depresión en general.
En el caso de los niños, la relación con los animales juega un rol aún más importante. Esta relación contribuye en su desarrollo educativo y social, ya que los animales les enseñan responsabilidad y valores como el respeto por los demás. Además, los animales pueden aumentar la autoestima de los niños y mejorar su integración en la familia. La interacción con los animales también desarrolla en los niños la capacidad de cuidar de alguien y fomenta el sentimiento de competencia y seguridad, dos aspectos fundamentales para su correcto equilibrio emocional.
El valor de la responsabilidad: ¿qué tareas puede asumir el niño?
Según un estudio de la Fundación Affinity sobre el vínculo entre los animales y las personas, los niños asocian principalmente la relación con su perro o gato con tareas como cuidar, alimentar y jugar. Estas tareas son responsabilidades que los animales de compañía transmiten a los niños.
A medida que los niños crecen, pueden asumir diferentes tareas relacionadas con el cuidado del animal. Estas responsabilidades pueden adaptarse según la edad del niño. Por ejemplo, los más pequeños pueden encargarse de asegurarse de que los animales tengan agua limpia, darles su comida, cepillarlos y lavarlos. Los niños mayores pueden ayudar en tareas como dar paseos con el animal y asumir otras responsabilidades de mayor importancia.
La relación con los animales de compañía puede tener un impacto significativo en el desarrollo social y emocional de los niños. Aquellos que han tenido contacto con animales desde su niñez aprenden valores importantes como la compasión y la empatía, que son fundamentales para mantener una relación interpersonal positiva con otras personas.
La interacción con perros y gatos también puede actuar como estabilizador de la conducta infantil, contribuyendo a fomentar la alegría y a eliminar la tristeza. Además, reduce los miedos que son normales en la infancia.
Según el estudio mencionado anteriormente, el 46% de los niños considera a su animal de compañía como la principal fuente de apoyo emocional después de sus padres. Los lazos afectivos con el animal ayudan a superar la sensación de miedo o tristeza, ya que los niños recurren a ellos para encontrar consuelo. Incluso cuando se les presenta un problema, buscan a su animal de compañía como fuente de apoyo emocional.
En momentos de ocio, el 50% de los niños asocian a su perro o gato como su compañero de actividades y juegos. Incluso, ocho de cada diez niños de entre 9 y 12 años prefieren jugar con sus animales de compañía antes que con videojuegos.
Animales de compañía y los primeros días de escuela
La compañía de los perros también puede ser de gran ayuda en los primeros días de escuela. Un estudio realizado por la Fundación Affinity demostró que la presencia de perros de terapia puede crear una experiencia única para los niños en su primer día de escuela. Estos perros están entrenados para aportar tranquilidad y cambiar el estado de ánimo de los niños, ayudándoles a superar la tristeza que puede surgir al separarse de sus familiares.
En la Escola Lleó XII, se llevó a cabo una iniciativa pionera en la que los perros de terapia estaban presentes en la puerta del centro educativo para recibir a los niños en su primer día de escuela. Esta experiencia demostró que la presencia de los perros ayudó a los niños a olvidar la tristeza y a iniciar su jornada escolar con mayor tranquilidad y confianza.
La relación entre los niños y los animales de compañía es algo especial y beneficioso para ambos. Los animales no solo aportan compañía y diversión, sino que también enseñan a los niños valores importantes como la responsabilidad y el respeto por los demás. Además, la interacción con los animales puede influir positivamente en el desarrollo social y emocional de los niños, ayudándoles a desarrollar habilidades como la compasión y la empatía. En definitiva, la inteligencia animal puede tener un impacto significativo en el desarrollo de los niños.
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