La psicomotricidad es una disciplina que considera de manera global a la persona, integrando el aspecto psíquico y motriz. Su objetivo principal es permitir que el individuo se adapte de manera flexible y armoniosa a su entorno. Además, busca desarrollar las capacidades del individuo a través del movimiento, tanto en niños sanos como en aquellos que presentan perturbaciones motrices.
¿Qué es la inteligencia psicomotriz?
La inteligencia psicomotriz es un tipo de inteligencia propiamente humana que se refiere a la capacidad de una persona para actuar de manera inteligente a través de su tono emocional, postura organizada y movimiento. Estos aspectos reflejan la riqueza neuropsicológica del ser humano y su capacidad para interactuar con el entorno de manera eficiente.
¿Qué influencia ejerce la psicomotricidad en la educación?
La psicomotricidad tiene un importante impacto en la educación, ya que contribuye al desarrollo integral de los niños. A través de intervenciones educativas y terapéuticas, se busca potenciar las habilidades motrices, expresivas y creativas del individuo. Algunos de los beneficios de la psicomotricidad en la educación son:
- Facilita la adquisición del esquema corporal, permitiendo que el niño tome conciencia de su propio cuerpo.
- Desarrolla diferentes patrones motores como la marcha, la carrera, el salto, el lanzamiento y la recepción.
- Favorece el control del cuerpo, ayudando al niño a dominar y adaptar su movimiento corporal.
- Ayuda a afirmar la lateralidad, el control postural, el equilibrio, la coordinación y la ubicación en tiempo y espacio.
- Estimula la percepción y discriminación de las cualidades de los objetos, así como la exploración de sus diferentes usos.
- Mejora la memoria, la atención, la concentración y la creatividad del niño.
- Introduce nociones espaciales y refuerza nociones básicas de color, tamaño, forma y cantidad.
- Promueve la integración social a través del juego grupal.
- Contribuye al fortalecimiento del autoconcepto y la autoestima del niño.
La psicomotricidad en la educación busca desarrollar las habilidades motrices y cognitivas de los niños, promoviendo su bienestar integral y su capacidad de adaptación al entorno.
La práctica psicomotriz
La práctica psicomotriz se lleva a cabo tanto de manera grupal como individual, adaptándose a las necesidades y características de cada niño. A través de un enfoque interdisciplinario, se abordan diferentes trastornos psicomotores y se colabora en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de aquellos que presentan dificultades en su desarrollo. Algunos trastornos psicomotores comunes incluyen:
- Dispraxia: implica una falta de organización del movimiento y debilidad motriz en habilidades específicas.
- Torpeza motriz: dificultad para moverse en el espacio, tanto en el área corporal como en el grafismo y la construcción.
- Inhibición psicomotriz: caracterizada por la hipokinesia y la retención del movimiento, afectando la exploración y aprendizaje del medio.
- Inestabilidad motriz: agitación continua y desordenada sin un objetivo útil en relación con una tarea.
La psicomotricidad se complementa con disciplinas como la medicina, la psicología, la psicopedagogía, la fonoaudiología, la terapia ocupacional, la pedagogía especial, el acompañamiento terapéutico y la kinesiología para brindar una atención integral a cada individuo.
La influencia de la psicomotricidad sobre la inteligencia es indiscutible. A través de su práctica, se estimulan y desarrollan habilidades motrices, cognitivas y emocionales en los niños, permitiéndoles adaptarse de manera eficiente a su entorno. La psicomotricidad en la educación es una herramienta fundamental para promover el desarrollo integral de los niños y potenciar su bienestar emocional y cognitivo.
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