Las funciones psíquicas son elementos fundamentales para comprender el funcionamiento de una persona. Cuando estas funciones operan de manera adecuada, son indicadores de una buena calidad de vida. Sin embargo, cuando se presentan disfunciones, pueden ser signos de adicción psíquica tanto cuantitativa como cualitativa.
¿Cuáles son las funciones psíquicas?
De acuerdo con los estudios de Cheniaux y Dalgalarrondo, existen distintos tipos de funciones psíquicas que, aunque son independientes entre sí, se complementan en su ejecución.
- Afecto: Esta función se relaciona con los estados psíquicos afectados por experiencias agradables o desagradables. El afecto da color, brillo y calor a nuestras vivencias y está compuesto por emociones, sentimientos, pasiones y humor. Puede manifestarse de diversas formas, como embotamiento afectivo, exaltación afectiva o labilidad afectiva.
- Apariencia: Esta función se refiere al conjunto de cuidados higiénicos y estéticos relacionados con nuestro cuerpo. Alteraciones en esta función pueden manifestarse como aparente descuido en la apariencia, exhibicionismo o compromiso en la higiene corporal.
- Atención: La atención es el proceso mediante el cual dirigimos nuestra conciencia, ya sea interna o externamente, y nos ayuda a seleccionar y mantener la concentración en una actividad mental específica. Algunos cambios en esta función pueden ser hipoprosexia (disminución de la capacidad de atención), rigidez de la atención o distracción (alta capacidad de concentración pero con dificultad para enfocarse en otras cosas) y labilidad de la atención o distracción (inestabilidad y facilidad para desviar la atención).
- Actitud o Comportamiento: Esta función engloba el habla, los gestos, las mímicas y otros movimientos corporales. Puede manifestarse de distintas formas, como actitudes no cooperativas, oposición, fuga, querella, arrogancia, inhibición, ironía, manipulación, seducción, sumisión, entre otros.
- Conciencia: La conciencia es la vivencia interna y actual que nos permite distinguir entre el yo y el no yo. Es la suma de todas nuestras experiencias conscientes y nos ayuda a integrar los procesos mentales con una intencionalidad. Algunos cambios en esta función pueden ser la pérdida de la conciencia de continuidad de la propia acción, el coma o la desorientación autopsíquica.
- Inteligencia: La inteligencia es la capacidad de utilizar procesos metacognitivos para comprender, elaborar y evaluar contenidos intelectuales. Nos permite adaptarnos eficientemente a diferentes situaciones y encontrar soluciones satisfactorias. La inteligencia puede sufrir cambios, como el déficit intelectual por desarrollo deficiente o deterioro intelectual.
- Imaginación: Esta función está relacionada con la creación de nuevas ideas y conceptos abstractos. Nos permite establecer conexiones entre representaciones y conceptos preexistentes. Algunos cambios en esta función pueden ser la pseudología fantástica o mentira patológica, que consiste en relatar historias fantásticas con la intención de impresionar.
- Lenguaje: El lenguaje es la forma en que nos comunicamos socialmente y expresamos nuestras vivencias internas. Organiza la experiencia sensorial y los procesos mentales, transmitiendo conocimiento y regulando conductas. Algunos cambios en esta función pueden ser la agrafía (incapacidad para escribir), la alexia (incapacidad para leer) o el mutismo (ausencia de habla).
- Memoria: La memoria es el proceso mediante el cual almacenamos y evocamos conocimientos y experiencias. Puede manifestarse de diferentes formas, como la amnesia anterógrada (incapacidad para formar nuevos recuerdos), la amnesia retrógrada (incapacidad para recordar eventos anteriores), la hipermnésia anterógrada (exceso de capacidad para almacenar nueva información) y la hipermnésia retrógrada (exceso de recuerdos en poco tiempo).
- Orientación: La orientación es la capacidad de situarse en relación a uno mismo y al entorno, incluyendo la vivencia del tiempo y el espacio. Es el resultado de integrar varias funciones psíquicas. Algunos cambios en esta función pueden ser la desorientación amnéstica, la desorientación confusa o la falsa orientación delirante.
- Pensamiento: El pensamiento es la capacidad de razonar, anticipar, examinar y reflexionar sobre algo. Nos permite construir modelos de realidad, conceptos, juicios y simulaciones. Algunos cambios en esta función pueden ser la aceleración o interrupción del curso del pensamiento, la fuga de ideas, la desagregación del pensamiento, el contenido concretista o la presencia de ideas delirantes.
- Psicomotricidad: La psicomotricidad se refiere a los movimientos corporales conscientes y voluntarios que tienen un contenido psicológico. Algunos cambios en esta función pueden ser el estupor (abolición de movimientos voluntarios), la hipercinesia (aumento patológico del movimiento voluntario) o las estereotipias (acciones sin propósito ni sentido).
- Pragmatismo: El pragmatismo se relaciona con la capacidad de llevar a cabo lo que deseamos o planeamos. Es la forma en que medimos el desempeño conjunto de las funciones psíquicas. Algunos cambios en esta función pueden ser el hipopragmatismo (disminución) o el apragmatismo (abolición).
- Prospección: La prospección se refiere a la planificación de nuestra vida y está relacionada con nuestras expectativas de futuro. Algunos cambios en esta función pueden ser la formulación de planes absurdos, pesimistas o destructivos.
- Sensopercepción: La sensopercepción es el primer contacto que tenemos con el entorno externo y nos proporciona la información necesaria para nuestra supervivencia. La sensación es el resultado de las alteraciones producidas por estímulos externos en nuestros órganos sensoriales, mientras que la percepción es la integración de estas impresiones sensoriales parciales y la asociación de las representaciones resultantes. Algunos cambios en esta función pueden ser la hiperestesia o hiperpercepción, la hipoestesia o hipopercepción, las ilusiones o las alucinaciones.
- Voluntad: La voluntad es el conjunto de actividades psíquicas dirigidas a la acción y está compuesta por el impulso y la voluntad propiamente dicha. Algunos cambios en esta función pueden ser la hipobulia (debilidad o falta de voluntad y energía), los actos impulsivos (acciones súbitas e incontrolables) o los actos compulsivos (acciones repetitivas para aliviar el sufrimiento).
La evaluación de las funciones psíquicas
Evaluar las funciones psíquicas es fundamental para comprender la salud mental de una persona. Esta evaluación se realiza a través de observaciones, entrevistas y diferentes pruebas psicológicas y físicas.
El Examen del Estado Mental (EEM) es una herramienta comúnmente utilizada en la evaluación de las funciones psíquicas. Además, se pueden complementar con cuestionarios, pruebas psicológicas y exámenes físicos y de laboratorio.
La evaluación psíquica nos permite identificar disfunciones en las funciones psíquicas y relacionarlas con posibles enfermedades mentales. Es importante realizar una evaluación psicopatológica descriptiva y categorizar los síntomas antes de utilizar la psicopatología explicativa para comprender la causa subyacente de las manifestaciones clínicas.
Consultas habituales sobre las funciones psíquicas
¿Cuáles son las funciones psíquicas más importantes?
Todas las funciones psíquicas son importantes y se complementan entre sí para un funcionamiento saludable. Sin embargo, algunas funciones clave incluyen la inteligencia, la memoria, el lenguaje y la atención.
¿Qué puede causar disfunciones en las funciones psíquicas?
Las disfunciones en las funciones psíquicas pueden ser causadas por diversos factores, como trastornos mentales, lesiones cerebrales, enfermedades neurodegenerativas o el consumo de sustancias psicoactivas.
¿Es posible mejorar las funciones psíquicas?
Sí, es posible mejorar las funciones psíquicas a través de intervenciones adecuadas. El tratamiento de trastornos mentales, la terapia cognitivo-conductual, el entrenamiento de la memoria y la estimulación cognitiva son algunas de las estrategias utilizadas para mejorar el funcionamiento psíquico.
¿Cómo puedo evaluar mis propias funciones psíquicas?
La evaluación de las funciones psíquicas debe ser realizada por profesionales de la salud mental. Sin embargo, puedes estar atento a cambios en tu estado de ánimo, tu capacidad de concentración, tu memoria y tu habilidad para comunicarte. Si notas dificultades significativas en alguna de estas áreas, es importante buscar ayuda profesional.
Las funciones psíquicas son elementos fundamentales para comprender el funcionamiento de una persona. Evaluar estas funciones nos permite identificar posibles disfunciones y su relación con enfermedades mentales. Es importante buscar ayuda profesional si experimentamos dificultades significativas en nuestras funciones psíquicas. Además, existen estrategias y tratamientos que pueden ayudarnos a mejorar nuestro funcionamiento y calidad de vida.
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