Estructuras de la mente: teoría de las inteligencias múltiples

La mente humana es un complejo sistema que ha sido objeto de estudio y debate a lo largo de la historia de la psicología. Uno de los enfoques más influyentes es la teoría de las inteligencias múltiples, propuesta por el psicólogo Howard Gardner en la década de 1980. Esta teoría plantea que la mente humana no se puede describir simplemente en términos de una inteligencia general, sino que está compuesta por diferentes tipos de inteligencia, cada una de las cuales se manifiesta de manera única en cada individuo.

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Índice
  1. Elementos de la teoría psicoanalítica
    1. Estructura de la mente: consciente, preconsciente e inconsciente
    2. Las manifestaciones del inconsciente
    3. Los impulsos que hacen mover al ser humano
    4. Una visión dinámica de la mente: ello, yo y superyó
  2. El complejo de Edipo en la formación de la personalidad

Elementos de la teoría psicoanalítica

Estructura de la mente: consciente, preconsciente e inconsciente

Según Sigmund Freud, la mente humana está estructurada en tres niveles o lugares: consciente, preconsciente e inconsciente. El nivel consciente es donde temporalmente se ponen las informaciones que recibimos del entorno que nos rodea y las experiencias que vivimos. El nivel preconsciente almacena los contenidos mentales a los que podemos acceder con relativa facilidad. Por último, el nivel inconsciente contiene vivencias traumáticas, informaciones reprimidas y experiencias desagradables que no son accesibles a la conciencia de forma directa.

Las manifestaciones del inconsciente

Aunque el inconsciente no es observable directamente, se manifiesta en determinados comportamientos. Por ejemplo, los sueños son escenificaciones imaginarias en las cuales se realizan nuestros deseos inconscientes y reprimidos. Los actos fallidos, como los errores y olvidos, también revelan la influencia del inconsciente en nuestra vida cotidiana. Además, los chistes pueden ser una forma de liberación de nuestras tensiones inconscientes. Sin embargo, las manifestaciones más intensas y dolorosas del inconsciente se encuentran en los trastornos mentales, especialmente en los neuróticos.

Los impulsos que hacen mover al ser humano

La teoría psicoanalítica de Freud se centra en la motivación humana y en la presencia de impulsos inconscientes que determinan nuestras decisiones y acciones. Freud utilizó la palabra alemana trieb para referirse a la motivación humana, aunque generalmente se ha traducido como instinto. Sin embargo, la traducción más precisa es pulsión. Una pulsión es un impulso que no está fijado y determinado como un instinto, sino que es flexible y moldeable. La pulsión es una tensión que se resuelve en una distensión placentera.

Freud consideraba que la pulsión sexual, o libido, era fundamental en la motivación humana, pero también reconocía otras formas de pulsión relacionadas con el amor, el autoamor, la amistad y la conexión con objetos e ideas abstractas. A lo largo de su vida, Freud desarrolló diferentes versiones de su teoría de las pulsiones, incluyendo la idea de una pulsión de muerte o impulso destructivo que se manifiesta en la tendencia a la repetición.

Una visión dinámica de la mente: ello, yo y superyó

Freud también desarrolló una visión dinámica de la mente, que reemplazó su visión topográfica original. Según esta nueva perspectiva, la personalidad está compuesta por tres agentes dinámicos: el ello, el yo y el superyó. El ello es la parte más oscura e inaccesible de nuestra personalidad, impulsada por el principio del placer. El yo surge a partir del ello y se encarga de la autoconservación y la toma de decisiones racionales. El superyó, por su parte, se forma a partir del yo y representa la conciencia moral, basada en la interiorización de las prescripciones paternas.

El complejo de Edipo en la formación de la personalidad

En el desarrollo de la personalidad, Freud destacó el papel de la sexualidad infantil y el complejo de Edipo. Según Freud, el niño experimenta sentimientos ambivalentes de amor y odio hacia el padre, mientras que la niña los experimenta hacia la madre. La superación del complejo de Edipo implica la identificación del niño con el padre y de la niña con la madre, así como la internalización de sus preceptos. Este proceso de identificación y superación del complejo de Edipo es crucial para el desarrollo de una personalidad adulta sana y madura.

La teoría de las inteligencias múltiples plantea que la mente humana está compuesta por diferentes tipos de inteligencia, cada una de las cuales se manifiesta de manera única en cada individuo. Además, la teoría psicoanalítica de Freud nos proporciona una comprensión más profunda de la estructura de la mente y de los impulsos que nos motivan. El complejo de Edipo también juega un papel importante en la formación de la personalidad. Al entender estas estructuras y procesos mentales, podemos tener una mejor comprensión de nosotros mismos y de los demás.

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