Los pulpos, calamares y sepias son animales maravillosos que pertenecen al grupo de los cefalópodos. Estos seres marinos han demostrado ser altamente inteligentes, con sistemas nerviosos complejos que les permiten realizar una amplia gama de comportamientos y adaptarse a diferentes entornos. Recientemente, un equipo de investigadores alemanes y norteamericanos ha descubierto que esta inteligencia está relacionada con una expansión espectacular de su repertorio de microARN, lo que sugiere que los pulpos han experimentado una evolución cognitiva significativa a lo largo del tiempo.
El Último Ancestro Común y la Evolución Cerebral
Si retrocedemos en el tiempo, encontramos un ancestro común entre los humanos y los cefalópodos, un animal primitivo con inteligencia mínima y ojos simples. A partir de este punto, el reino animal se divide en dos grupos: los vertebrados, que desarrollaron cerebros complejos y capacidades cognitivas diversas, y los invertebrados, que no experimentaron un desarrollo cerebral similar, excepto los cefalópodos.
Los científicos han estado intrigados durante mucho tiempo por la razón detrás del desarrollo de un sistema nervioso tan complejo en estos moluscos. La investigación reciente ha revelado que los pulpos poseen un repertorio masivamente ampliado de microARN en su tejido neural, lo que indica similitudes con los vertebrados en términos de desarrollo cerebral.
El profesor Nikolaus Rajewsky, director científico del Instituto de Biología de Sistemas Médicos del Centro Max Delbrück, afirma que los microARN desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de cerebros complejos y que esta es una característica compartida entre los humanos y los pulpos.
La Expansión de los MicroARN en los Pulpos
En un estudio realizado en pulpos, se descubrió una sorprendente expansión de genes de microARN en el tejido neural y, especialmente, en el cerebro. Se encontraron un total de 42 nuevas familias de microARN en los pulpos, lo que indica un desarrollo evolutivo significativo. En comparación, las ostras, que también son moluscos, solo han adquirido cinco nuevas familias de microARN desde su último ancestro común con los pulpos.
El científico Grygoriy Zolotarov, autor principal del estudio, afirma que esta expansión de familias de microARN en los pulpos es la tercera más grande en el entorno animal, y la mayor fuera de los vertebrados. Este descubrimiento demuestra que los pulpos han experimentado cambios genéticos significativos que probablemente han contribuido a su inteligencia y capacidad cognitiva.
La Inteligencia de los Pulpos en Acción
Los pulpos son criaturas maravillosos que muestran una serie de comportamientos inteligentes. Tienen un cerebro central y un sistema nervioso periférico que les permite realizar acciones de forma independiente. Si un pulpo pierde un tentáculo, este sigue siendo sensible al tacto y puede moverse por sí mismo. Esta capacidad de utilizar sus tentáculos como herramientas demuestra una inteligencia notable.
Además, los pulpos son curiosos y pueden recordar cosas. Pueden reconocer a las personas y mostrar preferencia por algunas sobre otras. También se ha observado que cambian de color y estructura de la piel mientras duermen, lo que sugiere que pueden soñar.
La inteligencia de los pulpos ha capturado la atención de los científicos y del público en general. Nikolaus Rajewsky planea colaborar con otros investigadores de pulpos para formar una red europea que facilite el intercambio de conocimientos y experiencias. Aunque las pruebas con pulpos pueden resultar desafiantes debido a su falta de interés en recompensas alimenticias, el estudio de su inteligencia y comportamiento continúa siendo un campo de investigación emocionante y en crecimiento.
Los pulpos son animales marinos altamente inteligentes con sistemas nerviosos complejos. Su evolución está vinculada a una expansión impresionante de su repertorio de microARN, lo que refleja desarrollos similares ocurridos en los vertebrados. Esta expansión de genes de microARN en el tejido neural y cerebral de los pulpos sugiere que desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de cerebros complejos.
Los pulpos exhiben una serie de comportamientos inteligentes, como el uso de sus tentáculos como herramientas y la capacidad de recordar y reconocer a las personas. Su capacidad para cambiar de color y estructura de la piel mientras duermen sugiere que también pueden soñar. La investigación sobre la inteligencia de los pulpos continúa creciendo, y los científicos están cada vez más fascinados por esta forma de inteligencia que se ha desarrollado de manera independiente a la nuestra.
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