En la mitología japonesa, existen muchas deidades que representan diferentes aspectos de la vida y la naturaleza. Una de las deidades más importantes y veneradas es Inari, la diosa de la inteligencia, la fertilidad, el arroz, la agricultura, los zorros, la industria y el éxito en general. Inari es una de las deidades más populares tanto en la religión sintoísta como en la budista.
Representación de Inari
Inari ha sido representada de diferentes formas a lo largo de la historia. Según los estudios de Karen Ann Smyers, la forma más común de representar a Inari es como una deidad femenina joven, un hombre viejo llevando un carro de arroz o un bodhisattva andrógino. Sin embargo, estas representaciones varían dependiendo de la región y la tradición.
En ocasiones, Inari también es representada como un zorro, ya que los zorros, conocidos como kitsune, son considerados como sus mensajeros. Sin embargo, esta representación no es aceptada por los monjes budistas o sintoístas.
Además, Inari también ha sido identificada como otras figuras mitológicas, como Ukanomitama o Ōgetsu-Hime en la mitología clásica japonesa. Algunos eruditos sugieren que Inari es la misma figura que Toyouke Ōmikami. La figura femenina de Inari también se identifica como Dakiniten, una deidad budista que es la transformación de la deidad india dakini, o como Benzaiten de los Siete Dioses de la Suerte.
Historia de Inari
El origen de la veneración a Inari no está muy claro, pero se cree que existe desde el año 71El santuario Fushimi Inari-taisha, en la montaña de Inari en Kioto, fue construido en esta época y se convirtió en un lugar de peregrinación popular. Algunos estudios sugieren que la veneración a Inari existía incluso siglos antes de la construcción del santuario.
En el período Heian, la veneración a Inari se extendió por todo el país. Inari fue designada como espíritu protector del templo Tō-ji en Kioto y recibió el patrocinio imperial. Durante el período Edo, la veneración a Inari se expandió aún más y se convirtió en el patrón de los herreros, protectores de los guerreros y los pescadores.
Hoy en día, Inari es una de las deidades más populares en Japón, con miles de capillas y templos dedicados a ella en todo el país. El santuario Fushimi Inari-taisha sigue siendo uno de los santuarios más importantes y visitados.
Capillas y ofrendas a Inari
Inari es una deidad muy venerada en Japón, con miles de capillas dedicadas a ella en todo el país. Según un estudio, hay más de 32,000 capillas dedicadas a Inari, lo que representa más de un tercio de todas las capillas sintoístas en Japón.
En la entrada de los santuarios a Inari, generalmente se pueden encontrar toriis de color rojo y estatuas de kitsune. Los zorros son los mensajeros de Inari y se les considera protectores de los campos de arroz y de la prosperidad. Las estatuas de kitsune suelen llevar objetos simbólicos como una joya, una hoz o un pergamino.
El festival tradicional en honor a Inari se celebra el primer día del caballo del segundo mes del calendario lunar. Durante este festival, se realizan rezos y se hacen ofrendas de arroz en los santuarios a Inari.
En la cultura popular
Inari también ha dejado su huella en la cultura popular japonesa. En el manga y anime Gingitsune, la protagonista tiene el don de poder ver al mensajero de Inari y su historia gira en torno a su relación con la diosa.
Inari es una diosa muy venerada en la mitología japonesa. Representa la inteligencia, la fertilidad, el arroz, la agricultura, los zorros, la industria y el éxito en general. Su veneración existe desde hace siglos y se ha extendido por todo Japón, con miles de capillas y templos dedicados a ella. Inari es una deidad importante en la cultura y la religión japonesa, y su influencia se puede ver en diferentes aspectos de la vida cotidiana.
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