No hay duda de que vivimos en una nueva etapa de la humanidad. Estamos inmersos en una realidad diferente a la de hace unas décadas. La inteligencia artificial (IA) está presente en todas partes. Cada vez que usamos computadoras u otros dispositivos digitales, estamos utilizando IA. El avance de la robótica es increíble. Se invierten cantidades asombrosas de dinero en la investigación y construcción de asistentes domésticos inteligentes y otros dispositivos electrónicos tanto en el ámbito militar como en el civil.
Impacto de la IA en 2023 y más allá
El avance de las supercomputadoras diseñadas para emular el cerebro humano tiene una importancia significativa en múltiples frentes. Japón ha dado un paso proactivo al iniciar un programa enfocado en utilizar androides para brindar atención a la población envejecida del país, reconociendo la escasez anticipada de mano de obra en el futuro.
El transhumanismo, los investigadores y pensadores que siguen esta corriente de pensamiento están convencidos de que nos acercamos a la singularidad tecnológica, que se alcanzará en el año 2050.
Actualmente, la inteligencia artificial ha superado ampliamente el nivel de la inteligencia humana. Creo firmemente que, aunque pueda llevar algún tiempo, llegará un momento en el que la IA superará a los humanos. Se han logrado avances notables en el campo de las supercomputadoras, que cuentan con inmensas capacidades de procesamiento y habilidades de cálculo. Tomando la corona como la computadora más rápida está Summit, con una velocidad impresionante de doscientos petaflops, equivalente a doscientos billones de cálculos por segundo. A medida que avanza el tiempo, es previsible que los humanos tengan la capacidad de convertirse en entidades ciborg en unas pocas décadas.
De hecho, ya estamos presenciando la integración de implantes y accesorios dentro del cuerpo humano. A través del uso de prótesis e implantes, existe un potencial prometedor, tanto en un futuro cercano como en el transcurso de varias décadas, para aliviar e incluso curar enfermedades como la enfermedad mental, el accidente cerebrovascular, la demencia, el autismo y más. Este progreso transformador significa un cambio sin precedentes en la experiencia humana, lo que lleva a una transformación notable de la especie humana. En consecuencia, se puede vislumbrar un futuro con la misma especie pero con características completamente nuevas.
El desafío de la conciencia de la IA
El tema de la conciencia de la IA es inherentemente complicado, especialmente a medida que las máquinas inteligentes, los androides y los robots continúan avanzando en capacidad. El desafío radica en el esfuerzo por infundir vida o conciencia interna, comúnmente conocida como autoconciencia, dentro de estas máquinas inteligentes. Lograr tal hazaña sigue siendo considerablemente desafiante para los expertos en el campo. De hecho, a pesar del optimismo tecnológico, lograr una verdadera autoconciencia en máquinas inteligentes aún parece lejano en esta etapa.
Algunos transhumanistas piensan que para el año 2060 podrían existir técnicas de rejuvenecimiento cerebral preventivo. Con ciertas tecnologías muy avanzadas, algunas compañías especializadas podrían reemplazar gradualmente todas las partes del cerebro con microchips en una hora y, al final, las personas tendrían un cerebro artificial. Esto puede parecer el fin de la identidad personal tal como la entendemos ahora mismo. Ya no seríamos seres naturales o biológicos en su totalidad, sino seres mixtos. Habría una mezcla de elementos biológicos, artificiales y tecnológicos. Seríamos como avatares artificiales porque el cerebro es lo que nos da identidad a través de sus operaciones.
En los próximos años, la bioética jugará un papel crucial, ya que numerosas cuestiones requieren un cuidadoso examen ético al tiempo que se mantienen los principios de la dignidad humana y la libertad. Los trasplantes de órganos clonados tienen un potencial significativo, especialmente en situaciones donde los donantes de órganos son escasos. Estas técnicas pueden resultar invaluables, alineándose con los estándares éticos y brindando soluciones viables para todas las personas. En este sentido, el progreso tecnológico es tremendamente beneficioso para salvar vidas, prolongar su duración y mejorar la calidad de vida de los seres humanos.
¿Cómo beneficia la IA a la humanidad?
El avance de la inteligencia artificial es útil en muchos aspectos porque aumenta la calidad de vida y el bienestar de las personas. Sin embargo, también es necesario que haya comités de bioética en los países que se reúnan periódicamente para analizar los riesgos y peligros de los usos negativos que pueden perjudicar a las personas. Por lo tanto, se debe legislar y desarrollar regulaciones para la protección de la integridad física y mental de todas las personas.
En el campo de la medicina, los avances serán espectaculares antes de finales del siglo XXI. Ya podemos ver cómo se están creando o mejorando la telemedicina, los robots quirúrgicos y muchos otros dispositivos. Y esto es solo el comienzo.
Los avances significativos en nuevos medicamentos para la demencia y otras enfermedades traerán una multitud de avances, lo que llevará a un aumento sustancial en la esperanza de vida. Las generaciones futuras habitarán un entorno como nunca antes habían presenciado, caracterizado por niveles sin precedentes de avances tecnológicos y científicos.
Acerca del autor
El Dr. Franklin Orellana tiene muchos años de experiencia en docencia, administración y consultoría. Ha enseñado cursos de posgrado y pregrado en negocios, ciencias de la computación y ciencias de datos. Además del inglés, habla español con fluidez.
El Dr. Orellana comenzó sus estudios en la Universidad Espíritu Santo en Ecuador y se graduó en 2004 con una licenciatura en ciencias de la computación con una concentración en negocios. Obtuvo su título de MIT en Tecnología de la Información con una concentración en Seguridad en Internet en la Universidad Intercontinental Americana en línea (AIU). El Dr. Orellana regresó después de seis años para ingresar al programa de MBA en AIU y se graduó en 201En 2020, completó su Doctorado en Administración de Empresas y fue incorporado a la Sociedad Nacional de Liderazgo y Éxito, Sigma Alpha Pi (NSLS).
La experiencia previa fuera del lugar de trabajo ha sido jugar béisbol y fútbol. El Dr. Orellana está felizmente casado y disfruta pasar tiempo con su familia.
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