El crecimiento inteligente es un enfoque integral de estrategias de desarrollo y conservación que busca proteger nuestra salud y el medio ambiente, al tiempo que hace que nuestras comunidades sean más atractivas, económicamente sólidas, socialmente diversas y resilientes al cambio climático. Este concepto se basa en diez principios básicos desarrollados por la Red de Crecimiento Inteligente, los cuales tutorialn las estrategias de crecimiento inteligente en todo el país.
Principios del crecimiento inteligente
Estos son los diez principios básicos que tutorialn las estrategias de crecimiento inteligente:
- Mix de usos de la tierra: aprovechar el diseño compacto de los edificios.
- Variedad de oportunidades y opciones de vivienda: crear diferentes tipos de viviendas para satisfacer las necesidades de la comunidad.
- Vecindarios caminables: fomentar la creación de comunidades atractivas y accesibles para peatones.
- Comunidades distintivas y atractivas: promover la creación de lugares con un fuerte sentido de identidad y pertenencia.
- Preservación de espacios abiertos: proteger áreas naturales, tierras de cultivo y belleza ambiental.
- Desarrollo dirigido a comunidades existentes: fortalecer y dirigir el desarrollo hacia áreas ya urbanizadas.
- Variedad de opciones de transporte: proporcionar diferentes alternativas de transporte, como transporte público, ciclovías y peatonales.
- Decisiones de desarrollo predecibles, justas y rentables: garantizar que las decisiones de desarrollo sean transparentes y equitativas.
- Colaboración de la comunidad en las decisiones de desarrollo: fomentar la participación de la comunidad en la toma de decisiones de desarrollo.
Beneficios ambientales del crecimiento inteligente
El crecimiento inteligente no solo tiene ventajas económicas y sociales, sino que también tiene importantes beneficios ambientales. Al seguir los principios del crecimiento inteligente, es posible reducir la contaminación del aire y el agua, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, conservar los recursos naturales y preservar áreas ambientalmente sensibles.
Calidad del aire
El diseño compacto de las comunidades y la diversidad de opciones de transporte facilitan que las personas elijan caminar, andar en bicicleta o utilizar el transporte público en lugar de conducir. Esto reduce la cantidad de viajes en vehículos motorizados y, a su vez, disminuye la contaminación del aire causada por las emisiones de gases contaminantes.
Cambio climático
El crecimiento inteligente también ayuda a las comunidades a prepararse y adaptarse a los impactos del cambio climático. Las opciones de transporte sostenible y el diseño compacto de las áreas urbanas contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático. Asimismo, la construcción y el uso de edificios energéticamente eficientes ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Calidad del agua
El desarrollo compacto y la preservación de espacios abiertos contribuyen a proteger la calidad del agua. Al reducir las áreas pavimentadas y permitir que la lluvia se filtre a través de los suelos naturales, se evita la contaminación del agua potable. Además, la implementación de técnicas de infraestructura verde, como jardines de lluvia y techos verdes, ayuda a mejorar la calidad del agua al capturar y filtrar el agua de lluvia.
Revitalización de áreas contaminadas
El crecimiento inteligente también promueve la reutilización de terrenos contaminados, conocidos como brownfields. Al limpiar y reutilizar estos terrenos, se evita la expansión urbana hacia áreas no desarrolladas y se utiliza la infraestructura existente. Además, la revitalización de áreas contaminadas puede impulsar la revitalización de vecindarios y mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Conservación de espacios abiertos
La preservación de áreas naturales y la promoción del crecimiento en comunidades ya existentes protege los espacios abiertos, como tierras de cultivo, hábitats de vida silvestre y áreas recreativas. Esto garantiza la disponibilidad de agua potable limpia y promueve la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.
El crecimiento inteligente es una estrategia de desarrollo sostenible que busca proteger el medio ambiente, mejorar la calidad de vida de las personas y fortalecer las comunidades. Al seguir los principios del crecimiento inteligente, es posible lograr un crecimiento económico equilibrado, reducir la contaminación y promover la resiliencia frente al cambio climático. Es responsabilidad de los gobiernos, las comunidades y los actores del desarrollo trabajar juntos para implementar estas estrategias y construir un futuro más sostenible.
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