En este día de San Valentín, queremos hablarte sobre los pilares que dan forma al amor o, lo que es lo mismo, qué se entiende por una relación sana de pareja. Y es que compartir el camino con alguien puede ser una de las experiencias más gratificantes, pero, eso sí, debemos saber qué significa tener un vínculo saludable para evitar patrones de comportamientos tóxicos. En este sentido, enfocarse en el amor, el respeto y la comunicación resulta clave para disfrutar de la relación y evitar malas conductas.
¿Qué es una relación sana de pareja?
Una relación sana es esa en la que se fomenta el respeto mutuo, la comunicación y la confianza. En ella, los miembros de una pareja se valoran mutuamente y se sienten libres, pero eligen compartir sus vidas y formar un equipo para lograr metas comunes.
En cuestión de intimidad, tanto emocional como física, en una relación saludable cada uno respeta los límites del otro, dándose un win to win, es decir, ambos se suman y salen ganando. Y es que, en una relación sana de pareja, los miembros se sienten felices tanto individualmente como en conjunto. Eso sí, esto no significa que todo sea perfecto, pero, en caso de generarse conflictos, la pareja tratará de encontrar la mejor solución de forma respetuosa, deliberada y constructiva.
5 claves para desarrollar una relación de pareja sana y feliz
Mantener una relación sana requiere esfuerzo y compromiso por parte de las dos personas implicadas. Sobre ello, la comunicación, la libertad, el respeto, la confianza y compartir tiempo juntos son claves para lograr una buena relación de pareja. ¡Veamos por qué!
Fomentar la comunicación
El diálogo es la base para mantener una relación duradera a la vez que se conoce continuamente a la otra persona. Si se le da importancia a este factor, seguramente las discusiones se convertirán en algo constructivo y de valor para ambos. Se trata de comentar el punto de vista de cada uno, sin reprochar ni acusar, con el único objetivo de llegar a un acuerdo beneficioso para los dos.
Amar desde la libertad
En una relación de pareja sana, nadie pertenece a nadie y existe un respeto hacia el espacio privado y la intimidad de cada persona. Amar desde la libertad consiste en compartir la vida con la otra persona sin generarse una dependencia. Es decir, son dos personas distintas que forman un buen equipo, se complementan y se quieren, pero no se necesitan.
Respetar y confiar
El respeto y la confianza, junto con la comunicación, son los motores de una pareja saludable. Lo cierto es que sentir amor por otra persona significa respetarla y confiar en ella, por lo que los celos quedarían fuera de esta definición y, de hecho, al contrario a lo que se tiende a pensar, ponen en riesgo la calidad y la durabilidad de una relación.
Compartir tiempo de calidad
Pasar tiempo en pareja es una de las semillas indispensables para que una relación dé sus frutos. Eso sí, el deseo de compartir momentos debe nacer de lo bien que se hacen sentir el uno al otro cuando están juntos. Está claro que cada uno tiene sus obligaciones, como el trabajo, responsabilidades y tareas diarias que hay que cumplir, pero es importante que ambos muestren esfuerzos y ganas de encontrar huecos para disfrutar de tiempo de calidad juntos.
Convivir con las diferencias
Aunque las diferencias originan discusiones y desacuerdos, también es la mejor manera de conocer a la pareja; de comprender sus puntos de vista y su manera de pensar. En este sentido, es clave detenerse y descubrir cuáles son estas diferencias, porque de esta manera la otra persona se sentirá querida y aceptada por cómo es, con sus virtudes y también con sus defectos.
Qué reglas poner en una relación
Como todo en la vida, las relaciones de pareja pueden llegar a ser tediosas y difíciles si no sabemos cómo manejarlas, sobre todo cuando ya se vive juntos. Por ello hoy te contamos sobre algunas reglas que puedes poner en práctica para que la convivencia entre ambos mejore.
- Darse espacio personal: Aunque es bueno pasar tiempo juntos, recuerda que todos necesitamos, de vez en cuando, un tiempo a solas o con nuestros amigos. Hay que darle espacio para que, en ocasiones, salga sin ti y se divierta con su familia o su mejor amigo.
- Respeta su privacidad: Va aunado al punto anterior, ya que somos seres individuales y necesitamos un espacio para nosotros mismos y nuestra privacidad. Que te dé su contraseña no es sinónimo de confianza y mucho menos vayas a crear que te engaña por tener su celular bloqueado. Cuidado con la manipulación.
- Cultiva el cariño y la admiración por el otro: Si sentimos admiración y afecto por nuestra pareja, es poco probable que aparezcan los conflictos o discusiones. Si bien al principio de la relación solemos decir con mayor frecuencia lo que nos gusta del otro, con el tiempo esto llega a perderse. Por lo mismo, es esencial que sigas diciéndole qué es lo que te gusta de su personalidad. Admirar a tu pareja y decírselo es muy importante para tener una sana convivencia.
- Cocinen juntos: Aunque no lo creas, la cocina tiene un gran poder, bien dicen que se conquista con el estómago. Así que por ello, si quieres mejorar la convivencia con tu pareja, pónganse a cocinar juntos algún platillo que les guste a ambos, así aprenderán a trabajar en equipo.
- Acepta a tu pareja tal y como es: Muchas veces queremos intentar cambiar a nuestra pareja para que se comporte o piense de la misma manera en que lo hacemos nosotros y, eso, jamás podrás lograrlo. Acéptalo tal y como es, sin esperar que algún día cambie. Si hay cosas negativas de su personalidad (o de la tuya), háblalo claramente y explícale por qué eso te hace sentir mal y encuentren juntos una solución, para que eso no afecte en un futuro.
Repartirse las tareas del hogar y hacer juntos labores de limpieza fortalecerá la relación.
Cuando una relación no es sana
Una relación no es sana cuando se basa en la falta de respeto, la desconfianza, la manipulación y el abuso emocional o físico. Si te encuentras en una relación así, es importante buscar ayuda y alejarte de esa situación lo antes posible. Nadie merece vivir en un ambiente tóxico y perjudicial para su bienestar.
Para llevar una relación saludable e inteligente es fundamental fomentar la comunicación, amar desde la libertad, respetar y confiar en el otro, compartir tiempo de calidad y convivir con las diferencias. Además, establecer reglas como darse espacio personal, respetar la privacidad, cultivar el cariño y la admiración mutua, cocinar juntos y aceptarse tal y como son pueden contribuir a fortalecer la relación. Recuerda que una relación sana es aquella en la que ambos miembros se valoran y se sienten felices tanto individualmente como en conjunto. ¡Trabaja en construir una relación basada en el amor, el respeto y la comunicación!
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