Quedan pocos días para la llegada oficial del verano (21 de junio), pero el estómago de los más golosos ya empieza a pedir uno de los postres típicos del verano: los famosos helados. Y aunque muchos sabemos que no es una de las opciones más saludables para nuestro organismo, y que para pasar el calor de la temporada sería mejor tomar alguna pieza de fruta, darse un capricho de vez en cuando no es una mala opción. Pero si hay forofos del helado, esos son los más pequeños de la casa, pues si fuera por ellos, lo comerían a diario. Y surgen las dudas. ¿Hasta qué punto es bueno comer muchos helados? ¿Cuántas calorías tienen los distintos tipos de helado?
¿Qué pasa cuando uno come mucho helado?
Ya sabemos que nada en exceso puede ser bueno y esto se aplica también a la ingesta de helados. Este postre suele incluir grasas lácteas y vegetales, además de un alto contenido en azúcares. Es por esta razón que debes limitar su consumo y escoger opciones más saludables como los sorbetes (helados hechos a base de pulpa de fruta y agua) o los 'gelatos' (helados con un porcentaje menor de grasas y mayor de fruta fresca).
La consecuencia de comer un exceso de helado no solo es un aumento de peso por su alto nivel de azúcar, sino que también puede ocasionar problemas en los niveles del colesterol al ser una grasa saturada, según los dietistas. De igual forma, se debe prestar atención a su composición, si se es intolerante a la lactosa o al gluten, para evitar sufrir alguna reacción con sus componentes. No tiene nada de malo darnos un gusto de vez en cuando y sucumbir al sabor de un buen helado, pero hay que tener en cuenta que el consumo desmesurado puede llegar a tener secuelas sobre el organismo.
¿Qué contiene realmente un helado?
Aunque sorprenda, la mitad de un helado es aire, y el resto, una combinación de agua, azúcares, grasas y proteínas, en proporciones variables. Según el Boletín Oficial del Estado (BOE), estos son los elementos que realmente han de estar presentes en este sabroso postre de verano:
- Aire y agua: son burbujas rodeadas de grasa que suponen el 50% del volumen del producto. El aire dota al helado de esponjosidad y ligereza. Entre un 50% y un 60% de la parte que no es aire, es agua. El agua forma los cristales de hielo y congela el helado.
- Azúcares: los hidratos de carbono, sobre todo los azúcares, son una fuente de energía, aunque menor que la grasa, y tienen una notable importancia en la elaboración de los helados, pues además de proporcionarles el sabor dulce, intervienen en la textura del alimento, ya que evitan que se formen grandes cristales de hielo.
- Grasas: los helados contienen entre un 5% y un 15% de grasa, incluida la procedente de la grasa láctea.
- Proteínas: entre un 3% y un 5% del helado son proteínas.
Muchas personas piensan que los helados aportan demasiadas calorías, ¿es así? Esta cuestión depende del tipo de helado del que se trate. En general, se trata de alimentos con valor energético medio o alto, salvo los de hielo, que suelen ser menos calóricos. Por ejemplo, de los 50 helados infantiles analizados por la OCU:
- Los menos calóricos, con diferencia, son los polos y sorbetes (100 kcal/100 g)
- Los helados de leche son 210 kcal/100 g de media
- Los que llevan galleta o barquillo, 303 kcal/100 g de media.
¿Qué hace el helado en el cuerpo?
A la hora de cuidarnos siempre buscamos alimentos con bajo aporte calórico. Sin embargo, a veces no solo tenemos que prestar atención a las calorías, sino también a las propiedades que encierran ciertos alimentos que, a simple vista, estarían descartados de tu dieta. Por ejemplo, ¿conoces los beneficios del helado? Nosotros te los mostramos.
Por qué es bueno comer helado
Cuando llega el verano nos apetecen las comidas refrescantes. El helado es uno de los postres preferidos por todos durante los meses de calor. No obstante, a veces huimos de este alimento por las calorías que contiene. Aún así, existen beneficios del helado que seguro que no conocías. Toma nota.
- Aporta calcio: Una ración de helado con base de leche o de yogurt aporta hasta el 15% de las necesidades de calcio diarias. El calcio es un mineral muy importante para el cuerpo humano, ya que ayuda al crecimiento y protección de nuestros dientes y huesos.
- Proteínas y vitaminas: Asimismo, el helado es rico en proteínas, vitaminas A, B2 y B6, C, D, E, fósforo, magnesio, sodio y potasio. Esto lo convierte en un alimento perfecto tanto para niños, como para adultos y ancianos.
- Energía para el cuerpo: El helado contiene hidratos de carbono fundamentales para darte la energía que necesitas a lo largo del día. No te preocupes por la dieta. Otro de los beneficios del helado es que tan solo aportan el 10% de las calorías que necesitas al día. Además, siempre puedes encontrar su versión sin azúcar y sin gluten para disfrutar de este refrescante postre sin remordimientos. Los helados artesanales, por ejemplo, solo contienen un 6% de grasa.
- Serás más feliz: Los helados contienen un aminoácido llamado triptófano, gracias al cual los niveles de serotonina aumentan. ¿Qué significa esto? Comer tu helado favorito mejorará tu estado de ánimo y reducirá los síntomas de la depresión. Además, reducirás el estrés especialmente con los helados de vainilla o chocolate. La razón está en la caseína que se encuentra en estos ingredientes capaz de generar endorfinas y disminuir el estrés.
- Hidratación: Comer un helado en días calurosos te aporta la hidratación que tu cuerpo necesita. Cuando sientas que el cansancio y el decaimiento por el calor te invaden es momento de tomarte un helado.
- Le gustan a todo el entorno: La industria heladera ha apostado por ampliar su abanico de sabores y texturas. Por eso hoy día es muy fácil encontrar un sabor que te guste. Incluso puedes hacer tus propias combinaciones para dar con tu helado perfecto. Déjate seducir por las bases de leche y yogurt con toppings de frutas, chocolate, frutos secos, etc.
El helado es un alimento que puede consumirse todo el año. Seguir pensando que comer helado en invierno provoca resfriados es absolutamente falso. Los helados no solo no nos enferman, sino que además nos ayudan a recuperarnos tras el ejercicio físico. Por este motivo, se recomienda tomar un poco de helado tras el entrenamiento para nutrir los músculos y aliviar las molestias.
Como todos sabemos después del esfuerzo nuestros músculos necesitan recuperar el glucógeno perdido de manera rápida. El helado es una buena manera de conseguirlo, ya que contiene proteínas, azúcares y altas dosis de vitaminas. Para evitar consumir calorías de más lo más recomendable es optar por helados bajos en grasas y glucosa. Incluso puedes elegir aquellos con base de leche desnatada para evitar las grasas de origen animal. También puedes optar por los helados con base de agua o zumo. Los sorbetes, por ejemplo, tan solo contienen 75 calorías por ración. Es decir, tan solo necesitas 8 minutos de ejercicio para quemar esa energía. Hoy día, ya no tienes excusa para encontrar un helado bajo en calorías, pero con todos sus beneficios para la salud.
Este verano empieza a disfrutar de todas las ventajas de comer helado con moderación y date un capricho de vez en cuando. Gracias a este alimento no solo soportarás mejor las altas temperaturas, también estarás bien hidratado y tu cuerpo se recuperará antes del ejercicio. Si quieres seguir leyendo artículos sobre nutrición y fitness como este te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales. Suscríbete a nuestro canal de Youtube para sacar mayor partido a tus entrenamientos.
¿Qué pasa si me como un helado antes de dormir?
A todos se nos puede antojar algunos alimentos por la noche, pero es importante saber que estos hábitos pueden afectar negativamente a la salud. Además, algunos alimentos, si se consumen demasiado cerca de la hora de acostarse, pueden impedirnos dormir bien. A continuación, te damos una lista de 6 alimentos que no debes comer por la noche.
Verduras crucíferas
Las verduras crucíferas, como el brócoli, la coliflor y la col, son muy buenas para la salud en general, pero no son los mejores alimentos para comer por la noche. Estas verduras pueden interferir en tu capacidad para dormir profundamente porque probablemente sigas digiriendo toda esa fibra mientras intentas conciliar el sueño. Por lo tanto, recomendamos comerlas al mediodía para que tu cuerpo tenga tiempo de digerirlas antes de acostarse por la noche.
Helados y azúcares elevados
Comer un bol de helado antes de acostarse puede parecer tentador, pero puede dificultar tu sueño más tarde. Al igual que el queso graso, el helado también puede tardar en digerirse y tu cuerpo no puede descansar bien mientras sigue digiriendo los alimentos. El azúcar también puede hacer que tu energía se dispare, impidiendo que te duermas fácilmente. Ese par de golpes de azúcar y de grasa hacen que los helados sean un perturbador del sueño, en lugar de favorecerlo.
Frutas cítricas y tomates
Comer tomates también puede tener un impacto negativo en tu sueño. Esto se debe principalmente a la tiramina, un tipo de aminoácido, que aumenta la actividad de tu cerebro y retrasa el sueño. Con esto no queremos decir que los cítricos perjudican tu salud. Sin embargo, debido a su alto contenido en vitamina C, no es una buena opción como alimento para ingerir antes de dormir, ya que puede provocar acidez y ardor de estómago si no se digiere correctamente. De esta manera, no sólo perturbarán tu ciclo de sueño, sino que también te estropearán el día siguiente con una constante sensación de ardor.
Alcohol
Aunque creas que esa copa de vino te va a ayudar a dormir, beber alcohol justo antes de acostarte puede hacer que tu calidad de sueño se resienta. Puede que te duermas más rápido después de una copa de vino, pero probablemente te despertarás al otro día sintiéndote bastante cansado.
Embutidos
Aunque siempre son apetecibles, debes tener en cuenta que los embutidos están llenos de grasas y sustancias químicas que no son buenas para el organismo. Comer estos alimentos por la noche, resultan pesados para el metabolismo y la digestión.
Bebidas con cafeína y chocolate
Todos sabemos que hay que evitar las bebidas con alto contenido en cafeína antes de acostarse porque pueden provocar insomnio, pero lo mismo ocurre con los chocolates. Puede que el contenido de cafeína de los chocolates no sea tan alto, pero es un «demonio escurridizo» porque, junto con la cafeína, también tiene un aminoácido que te pone alerta. En lugar de consumir estos alimentos por la noche, toma chocolate como refuerzo de energía durante el día, siempre que no tenga azúcar añadida. Por otro lado, puedes disminuir tu consumo de cafeína con estos seis sustitutos saludables del café.
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