No hay duda de que el gluten ha sido ampliamente discutido en los últimos años. Muchos expertos creen que más del 50 por ciento de los estadounidenses son sensibles al gluten en cierto grado. Para estas personas, el gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, puede causar una serie de trastornos de salud que van desde leves a extremos.
El consumo excesivo de granos altamente procesados ha aumentado la incidencia de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten, según el Dr. Arthur Agatston, director médico del bienestar y la prevención en Baptist Health y autor de The South Beach Diet Gluten Solution. Se ha demostrado que la sensibilidad al gluten puede causar síntomas como diarrea, fatiga, dolores de cabeza, depresión, dolor en las articulaciones, problemas en la piel y problemas de peso. También se ha relacionado con la artritis, la tiroiditis, la diabetes y todo tipo de problemas autoinmunes.
Lo sorprendente es que algunos investigadores sugieren que la sensibilidad al gluten puede incluso desempeñar un papel en enfermedades crónicas que afectan al cerebro. El gluten puede penetrar no solo en el intestino, sino también en el cerebro, permitiendo que otras proteínas ingresen al torrente sanguíneo. Esto sensibiliza el sistema inmunológico y favorece la inflamación y la autoinmunidad. La inflamación, según los neurólogos, es la piedra angular de la demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia y la sexta causa principal de muerte en los Estados Unidos, según la Asociación de Alzheimer.
Por lo tanto, los neurólogos advierten que para proteger la salud cerebral y prevenir la demencia, es importante evitar el azúcar, los carbohidratos y el gluten. Estudios han demostrado que los niveles crónicamente altos de azúcar en la sangre que provienen de una dieta alta en carbohidratos pueden causar problemas de enfoque o niebla cerebral y aumentar el riesgo de demencia. Del mismo modo, se ha descubierto que las personas que consumen grandes cantidades de carbohidratos en su dieta tienen un riesgo un 89 por ciento mayor de demencia, según un estudio publicado en el Journal of Alzheimer's Disease en 201
Los científicos y médicos, incluido el Dr. Agatston, han recomendado durante años una dieta baja en carbohidratos procesados y alta en proteínas magras y grasas saludables como la mejor manera de mantener bajos los niveles de azúcar en la sangre. Estos carbohidratos procesados a menudo contienen gluten, por lo que eliminar o reducir el gluten de la dieta puede tener beneficios significativos para la salud cerebral. Un ejemplo exitoso de esto es el tenista Novak Djokovic, quien alcanzó el puesto número 1 en el entorno poco después de eliminar el gluten de su dieta.
¿Qué sucede cuando se come mucha harina?
Las harinas blancas refinadas son un peligro para la salud debido a que carecen de valor nutricional. Estas harinas están compuestas principalmente por almidón y se digieren rápidamente, lo que provoca un aumento rápido de la glucosa en la sangre y un aumento en la producción de insulina. Además, las harinas blancas refinadas carecen de nutrientes esenciales y fibra, lo que puede llevar a problemas digestivos, intolerancia al gluten y deficiencias de vitaminas.
Además, las harinas blancas refinadas a menudo contienen componentes ocultos como sal, soja, conservantes, emulsionantes del sabor, jarabe de maíz alto en fructosa y grasas trans. Estos ingredientes añadidos pueden tener efectos negativos en la salud y aumentar el riesgo de alergias y otros problemas de salud.
El consumo excesivo de harinas blancas refinadas también puede provocar aumento de peso, ya que proporcionan energía rápida pero breve, lo que puede llevar a sentir hambre poco tiempo después de consumirlas. Además, estas harinas promueven el cansancio y la fatiga, lo que afecta negativamente a la energía y el rendimiento.
Comer harinas perjudica a la inteligencia y a la salud en general. Reducir o eliminar el consumo de harinas blancas refinadas, especialmente aquellas que contienen gluten, y optar por harinas integrales y una dieta baja en carbohidratos procesados puede tener efectos positivos en la salud cerebral y general.
Consultas habituales
- ¿Todas las harinas contienen gluten?
- ¿Es necesario eliminar por completo el gluten de la dieta?
- ¿Qué alternativas se pueden utilizar en lugar de las harinas blancas refinadas?
No, hay harinas sin gluten disponibles en el mercado, como la harina de arroz, la harina de maíz y la harina de almendra.
No todas las personas son sensibles al gluten, por lo que no es necesario eliminarlo por completo a menos que se tenga una sensibilidad o enfermedad celíaca diagnosticada.
Se pueden utilizar harinas integrales, como la harina de trigo integral, la harina de espelta y la harina de avena, así como harinas sin gluten, como la harina de arroz y la harina de almendra.
Tabla de contenido nutricional de las harinas
| Tipo de harina | Calorías | Proteínas (g) | Grasas (g) | Carbohidratos (g) | Fibra (g) |
|---|---|---|---|---|---|
| Harina de trigo integral | 364 | 12 | 5 | 77 | 7 |
| Harina de trigo blanca refinada | 364 | 3 | 0.7 | 71 | 7 |
| Harina de maíz | 363 | 1 | 2 | 71 | 9 |
| Harina de arroz | 366 | 7 | 0 | 80.4 | 0 |
| Harina de almendra | 590 | 20 | 50 | 10 | 10 |
Comer harinas blancas refinadas perjudica a la salud cerebral y general debido a su falta de valor nutricional, su impacto en los niveles de azúcar en la sangre y su contenido de gluten. Es importante optar por harinas integrales y una dieta baja en carbohidratos procesados para proteger la salud cerebral y prevenir la demencia.
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