Comer carne cocinada: origen de nuestra inteligencia

La teoría de que el consumo de carne cocinada fue un factor determinante en el desarrollo de la inteligencia humana ha sido ampliamente estudiada y debatida. En el libro catching fire: how cooking made us human escrito por el primatólogo británico Richard Wrangham, se plantea la hipótesis de que cocinar los alimentos fue un elemento esencial en la evolución fisiológica de los seres humanos.

comer carne cocinada nos hizo inteligentes - Por qué cocinar alimentos nos hizo más inteligentes

Índice
  1. Orígenes de la teoría
  2. Impacto evolutivo de la cocina
  3. Recepción de la teoría
    1. Consultas habituales

Orígenes de la teoría

Desde el siglo XVIII, se observó que los seres humanos cocinaban su carne en lugar de consumirla cruda como lo hacen los animales. Esta diferencia en la forma de alimentación fue considerada por Oliver Goldsmith como una de las grandes distinciones entre los humanos y otros animales. Fue en 1999 cuando Wrangham publicó la primera versión de esta hipótesis en Current Anthropology, donde presentó un resumen de la misma.

Impacto evolutivo de la cocina

Los seres humanos son los únicos animales que cocinan sus alimentos, y Wrangham argumenta que Homo erectus surgió hace aproximadamente dos millones de años como resultado de esta característica única. Cocinar tuvo un profundo efecto evolutivo porque aumentó la eficiencia alimentaria, lo que permitió a los antepasados humanos pasar menos tiempo buscando alimentos, masticando y digiriendo. Homo erectus desarrolló un tracto digestivo más pequeño y eficiente, lo que liberó energía para permitir un mayor crecimiento cerebral. Además, Wrangham sostiene que cocinar y controlar el fuego en general afectó el desarrollo de las especies al proporcionar calor y ayudar a protegerse de los depredadores, lo que ayudó a los antepasados humanos a adaptarse a un estilo de vida terrestre. Wrangham señala que los humanos están altamente evolucionados para consumir alimentos cocinados y no pueden mantener su aptitud reproductiva con alimentos crudos.

Recepción de la teoría

El libro catching fire ha recibido críticas positivas en general. The New York Times lo calificó como un libro raro: un libro delgado, con solo 207 páginas de texto, que contiene ciencia seria, pero que se presenta en prosa directa y sin rodeos. Por su parte, el Telegraph (Reino Unido) lo describió como un libro de ciencia emocionante, algo que rara vez se encuentra.

Por otro lado, los críticos de la hipótesis cuestionan si la evidencia arqueológica respalda la idea de que los incendios para cocinar comenzaron lo suficientemente temprano como para confirmar los hallazgos de Wrangham. La explicación tradicional es que los antepasados humanos recolectaban carroña para obtener alimentos de alta calidad, lo que precedió al cambio evolutivo hacia intestinos más pequeños y cerebros más grandes. Además, algunos críticos argumentan que el aumento en el volumen cerebral de la especie Homo se observa a lo largo del tiempo, independientemente del control del fuego y la cocina. Se ha demostrado que la cantidad de calorías absorbidas por los ratones alimentados con carne cruda y carne cocida es similar, lo que lleva a la conclusión de que la ganancia energética es igual o incluso mayor en las dietas de carne cruda. Algunos estudios sugieren que el aumento en el tamaño del cerebro humano ocurrió mucho antes de la aparición de la cocina, debido a un cambio en la dieta hacia el consumo de carne en lugar de nueces y bayas. Otros antropólogos argumentan que la evidencia sugiere que los incendios para cocinar comenzaron en serio hace solo 250,000 años, cuando aparecieron hogares antiguos, hornos de tierra, huesos de animales quemados y sílex en Europa y Medio Oriente.

Consultas habituales

  • ¿Cuál es la teoría de Richard Wrangham?
  • ¿Cómo afectó cocinar los alimentos a la evolución humana?
  • ¿Cuál es la crítica principal a esta teoría?
  • ¿Qué evidencia respalda la hipótesis de Wrangham?
  • ¿Cuál es la importancia de la cocina en la historia humana?

La teoría de que comer carne cocinada nos hizo más inteligentes planteada por Richard Wrangham ha generado un debate interesante en el campo de la antropología y la evolución humana. Si bien hay críticas y controversias en torno a esta hipótesis, no se puede negar que el consumo de alimentos cocinados ha tenido un impacto significativo en nuestra evolución. La cocina nos permitió obtener más energía de los alimentos, lo que a su vez impulsó el crecimiento de nuestro cerebro y nos ayudó a adaptarnos a un estilo de vida terrestre. Aunque aún queda mucho por descubrir y comprender sobre este tema, es innegable que la cocina ha sido una parte fundamental de nuestra historia como especie.

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