¿La inteligencia está relacionada con la mala memoria? Parece ser que sí. Según estudios científicos, ser olvidadizo puede ser un signo de inteligencia. Aunque pueda sorprender, hay una explicación lógica detrás de esta afirmación.
¿Por qué las personas inteligentes tienden a ser olvidadizas?
Imagina que estás escuchando tu podcast favorito o manteniendo una conversación interesante mientras realizas alguna tarea. Es muy probable que, si estás lo suficientemente concentrado, termines olvidando dónde dejaste las llaves, los calcetines, el móvil, la botella de agua o la cartera. Esto sucede especialmente en personas que tienen una vida interior rica y pensamientos acelerados.
Las mentes de estas personas están constantemente llenas de pensamientos, preguntas, respuestas y enigmas. Se encuentran en otro entorno, sumergidos en su propio universo mental. Esto no tiene nada que ver con la inteligencia en sí, sino con la capacidad de estar mentalmente distraído, absorto o ocupado.
Es por eso que los niños a menudo olvidan lavarse las manos, hacer sus tareas o seguir reglas simples. Se distraen fácilmente con sus juegos y se sumergen por completo en ellos.
Del mismo modo, las personas enamoradas, angustiadas, estresadas o muy ocupadas tienden a volverse olvidadizas. Tienen algo más en mente y su cerebro comienza a olvidar mientras su corazón se dirige en otra dirección.
Las personas altamente inteligentes suelen parecer calladas, poco conversadoras, distraídas y ensimismadas. Y es precisamente porque lo están. Pueden estar muy atentas y presentes en el momento cuando así lo desean. Sin embargo, las cosas que no les interesan toman un segundo plano y se olvidan fácilmente.
La verdad es que las personas altamente inteligentes no tienen problemas de memoria ni sufren lapsos de memoria. Simplemente están tan inmersas mentalmente en otro lugar que pierden automáticamente el enfoque en otras cosas menos importantes o menos interesantes, como objetos, citas, tareas, plazos, etc.
Ejemplos de personas olvidadizas e inteligentes
Existen numerosos ejemplos de personas altamente inteligentes que tienen fama de ser olvidadizas. Por ejemplo:
- Arquímedes: Cuando la ciudad fue capturada, un soldado romano le ordenó a Arquímedes que fuera a ver al rey. Él respondió: no puedo, estoy ocupado . El soldado, enfurecido, lo mató al instante. Las últimas palabras de Arquímedes fueron: no perturbes mis círculos . Ni siquiera la vida era más importante para él que el problema de los círculos en el que estaba trabajando.
- Miguel Ángel: Aunque era rico, solo comía y bebía por necesidad, vivía de forma descuidada y a menudo dormía vestido, incluyendo sus botas. Limpiar, comer, beber y dormir eran una pérdida de tiempo para aquellos que preferían hacer algo más.
- Nikola Tesla: Tesla solo dormía dos horas por noche. ¿Quién necesita dormir cuando hay cosas interesantes por hacer?
- Robert Oppenheimer: Oppenheimer a menudo descuidaba comer.
- Albert Einstein: Einstein era conocido por su olvidadiza y distracción. Además de ser el símbolo de un genio, también se le asocia con científicos y genios olvidadizos. No podía recordar fechas y nunca pudo memorizar su propio número de teléfono. Sus profesores decían que su memoria era como un colador, todo se le escapaba.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo las personas altamente inteligentes olvidan habitualmente otras cosas debido a los asuntos interesantes en los que están pensando.
La elección de la memoria
Para ser honestos, no es necesario ser un genio para volverse olvidadizo. Cualquier persona que esté inmersa en algo interesante durante un período de tiempo prolongado puede verse afectada por la distracción.
El punto clave es que el olvido no siempre se debe a un mal funcionamiento de la memoria, sino a la decisión consciente de nuestro cerebro de enfocarse en lo que realmente le interesa. Nuestro corazón es el que impulsa nuestro cerebro y este último decide qué recordar y qué olvidar.
Es sorprendente cómo nuestro corazón dirige nuestro cerebro y juega con nuestra memoria, diciéndole qué debe recordar y qué debe olvidar.
Ser olvidadizo puede ser un signo de una mente altamente activa y comprometida. No debemos confundirlo con problemas de memoria, ya que está relacionado con la capacidad de enfocarse en lo que realmente importa para nosotros.
Recuerda: ser olvidadizo no significa ser menos inteligente, sino tener una mente que está constantemente ocupada en otro entorno.
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