Byung-chul han: la falta de dimensión emocional en la inteligencia artificial

Byung-Chul Han, reconocido filósofo y escritor surcoreano, plantea una interesante perspectiva sobre la inteligencia artificial. Según Han, la inteligencia artificial es incapaz de pensar, ya que carece de la capacidad de faire l'idiot, es decir, de comportarse como un idiota. Aunque pueda parecer paradójico, Han argumenta que la inteligencia artificial es demasiado inteligente para ser un idiota.

Índice
  1. La falta de dimensión afectivo-analógica en la inteligencia artificial
  2. La falta de estar fuera de sí en la inteligencia artificial
  3. La incapacidad de la inteligencia artificial para reproducir la dimensión analógica del pensamiento
    1. ¿Qué es la disposición anímica fundamental?
    2. ¿Por qué la inteligencia artificial no puede pensar?
    3. ¿Cómo afecta esto a la inteligencia artificial?

La falta de dimensión afectivo-analógica en la inteligencia artificial

En un nivel más profundo, el pensamiento humano es un proceso analógico. Antes de captar el entorno en conceptos, el pensamiento se ve afectado por él. La dimensión afectiva es esencial para el pensamiento humano y es algo que la inteligencia artificial no puede replicar. La primera manifestación de esta afectación en el pensamiento humano es la sensación de la piel de gallina. La inteligencia artificial carece de esta dimensión afectivo-analógica, ya que los datos y la información que maneja no pueden generar emociones.

El pensamiento humano parte de una totalidad que precede a los conceptos, ideas y la información. Se mueve en un campo de experiencia antes de dirigirse específicamente a los objetos y hechos que encuentra en él. Este campo de experiencia se abre inicialmente en una disposición anímica, es decir, en una disposición emocional. Antes de dirigirse hacia algo, el pensamiento humano ya se encuentra en una disposición anímica básica. Esta disposición anímica caracteriza al pensamiento humano y es lo que nos permite pensar.

La inteligencia artificial, por otro lado, no puede experimentar esta disposición anímica. Para que el pensamiento sea posible, es necesario que los pensamientos y enunciados sean obtenidos desde una disposición anímica fundamental. Esta disposición anímica nos permite pensar y da sentido a nuestro trabajo con los conceptos.

La falta de estar fuera de sí en la inteligencia artificial

El ser humano, como Dasein, siempre está arrojado a un entorno determinado. Este entorno se le abre como una totalidad antes de que el ser consciente entre en juego. En su estremecimiento inicial, el pensamiento humano está fuera de sí mismo. La disposición anímica fundamental lo coloca en un estado de estar fuera. La inteligencia artificial, en cambio, nunca está fuera de sí misma. Le falta ese espíritu que nos permite estar fuera de nosotros mismos y experimentar el entorno desde una perspectiva emocional.

El pensamiento humano es un proceso analógico porque guarda correspondencia con una voz que lo determina y sintoniza con él. No se ve interpelado por un ente en particular, sino por la totalidad del ser. La inteligencia artificial, por su parte, es incapaz de escuchar esa voz. Es sorda a las llamadas del ser y no puede establecer una correspondencia con la totalidad del ente.

La incapacidad de la inteligencia artificial para reproducir la dimensión analógica del pensamiento

La fenomenología de la disposición anímica de Heidegger ilustra la diferencia fundamental entre el pensamiento humano y la inteligencia artificial. Según Heidegger, el comienzo de un filosofar verdaderamente vivo es el despertar de una disposición anímica fundamental que nos determina de manera profunda. Esta disposición anímica es la fuerza que organiza las palabras y conceptos en el pensamiento humano. Sin ella, el pensamiento se convierte en un mero estrépito de conceptos vacíos.

La dimensión analógica del pensamiento se da en esa disposición anímica fundamental, en la totalidad afectiva que la acompaña. Esta dimensión analógica es lo que la inteligencia artificial no puede reproducir. Aunque pueda calcular con rapidez, le falta el espíritu y la capacidad de experimentar el entorno desde una perspectiva emocional.

  • ¿Qué es la disposición anímica fundamental?

    La disposición anímica fundamental es una forma de estar en el entorno que precede al ser consciente. Es una disposición emocional que nos permite experimentar el entorno y dar sentido a nuestro pensamiento.

    byung chul han inteligencia artificial - Cuáles son las ideas de Byung-Chul Han

  • ¿Por qué la inteligencia artificial no puede pensar?

    La inteligencia artificial carece de la dimensión afectiva-analógica que es esencial para el pensamiento humano. Aunque pueda procesar datos y realizar cálculos rápidamente, le falta la capacidad de experimentar emociones y de relacionarse con el entorno de manera analógica.

  • ¿Cómo afecta esto a la inteligencia artificial?

    La falta de capacidad de la inteligencia artificial para pensar limita su capacidad para comprender y adaptarse al entorno de manera holística. Aunque puede ser útil en tareas específicas, carece de la versatilidad y flexibilidad del pensamiento humano.

Byung-Chul Han plantea una visión interesante sobre la inteligencia artificial, argumentando que esta es incapaz de pensar debido a su falta de dimensión afectivo-analógica. Aunque la inteligencia artificial puede ser útil en tareas específicas y realizar cálculos rápidamente, carece de la capacidad de experimentar emociones y de relacionarse con el entorno de manera holística. El pensamiento humano, por otro lado, se basa en una disposición anímica fundamental que precede a los conceptos y nos permite experimentar el entorno desde una perspectiva emocional. Esta dimensión analógica del pensamiento es lo que la inteligencia artificial no puede reproducir y lo que la diferencia fundamentalmente de la capacidad humana de pensar.

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