Aulas sensoriales: estimulando los sentidos en el aprendizaje

El aula sensorial es un espacio innovador diseñado para potenciar la estimulación de los cinco sentidos en la formación de los más pequeños. A diferencia de las aulas tradicionales, donde los alumnos permanecen sentados durante horas y el aprendizaje se basa en la pizarra y la tiza, en un aula sensorial se fomenta la interacción y el desarrollo cognitivo y emocional a través de la estimulación sensorial.

aulas sensorialmente inteligentes - Qué es el modelo de integración sensorial

Índice
  1. ¿Cómo se crea un aula sensorial?
  2. Ventajas de la estimulación sensorial en el aula
  3. Actividades para estimular los sentidos en el aula sensorial

¿Cómo se crea un aula sensorial?

Un aula sensorial se compone de una sala dividida en diferentes espacios habilitados con los elementos necesarios para realizar la estimulación sensorial. Lo ideal es que cada sentido tenga su propio rincón específico.

En el rincón de la vista, es importante contar con objetos de diferentes colores y una buena iluminación. La presencia de proyectores, fibras luminosas y bolas de luz puede proporcionar una experiencia visual estimulante.

En el rincón del olfato, se pueden utilizar ambientadores de aromas y aceites para estimular este sentido.

Para la estimulación del tacto, es recomendable contar con objetos que presenten texturas, pesos y temperaturas diferentes.

En el rincón del gusto, se pueden incluir alimentos que permitan a los alumnos experimentar diferentes sabores.

Y por último, el rincón del oído debe contar con una variedad de músicas y sonidos que estimulen este sentido.

Además de los rincones sensoriales, tener en cuenta otros aspectos como la iluminación tenue para favorecer la concentración, evitar ruidos que puedan distraer a los alumnos, disponer de un mobiliario accesible y adaptado, y contar con elementos de seguridad pasiva.

Ventajas de la estimulación sensorial en el aula

La estimulación de los sentidos que se consigue en un aula sensorial tiene numerosos beneficios para los alumnos, especialmente para aquellos que tienen necesidades educativas especiales. Algunas de las ventajas que presenta son:

  • Estimulación de las relaciones sociales en un ambiente seguro.
  • Mejora de las habilidades comunicativas.
  • Ejercicio del cuerpo a través de la interacción con los diferentes elementos sensoriales.
  • Favorecimiento de la experimentación y la exploración.
  • Aumento de la seguridad en sí mismos.

Actividades para estimular los sentidos en el aula sensorial

Existen numerosas actividades y juegos educativos que se pueden realizar en un aula sensorial para estimular los diferentes sentidos. Algunos ejemplos de estas actividades son:

  • Adivina la fruta: un ejercicio para estimular el sentido del gusto donde los alumnos deben adivinar qué están comiendo con los ojos vendados.
  • Juego de las huellas: una actividad que combina la memoria táctil y visual, donde los alumnos deben asociar pelotas con huellas marcadas.
  • Toca y pasa: un juego que utiliza balones con lastre para estimular el sentido propioceptivo y las habilidades motoras.
  • Caja misteriosa: una actividad que despierta la curiosidad y estimula el sentido del tacto, donde los alumnos deben encontrar objetos en una caja guiándose por el tacto.

Estos son solo algunos ejemplos de las actividades que se pueden realizar en un aula sensorial. Existen muchas más opciones y literatura que respalda la utilidad educativa de estas prácticas. Además, estos espacios también pueden ser utilizados para terapias rehabilitadoras y socializadoras.

La integración sensorial es un proceso del cerebro que nos permite recibir, organizar y responder adecuadamente a la información que recibimos de nuestros cinco sentidos: vista, olfato, tacto, oído y gusto. También incluye el sentido vestibular, que nos ayuda a mantener el equilibrio, y el sentido propioceptivo, que nos permite tener conciencia de nuestro cuerpo en el espacio.

En el caso de los niños con trastornos del espectro autista (TEA), se cree que los déficits en el procesamiento sensorial pueden afectar su conducta y habilidades para la vida. Algunos niños pueden ser hipersensibles o hiposensibles a los estímulos del entorno, lo que puede provocar incomodidad o fascinación excesiva por ciertos estímulos sensoriales.

La terapia de integración sensorial, desarrollada por la terapeuta ocupacional A. Jean Ayres, se utiliza para ayudar a los niños con problemas de procesamiento sensorial, incluyendo a aquellos con TEA, a manejar las dificultades que enfrentan al procesar los estímulos sensoriales. Esta terapia se basa en el juego y puede incluir el uso de columpios, trampolines y toboganes.

Aunque existen estudios científicos que demuestran la relación entre los déficits de procesamiento sensorial y los niños con TEA, la eficacia de la terapia de integración sensorial como tratamiento para el TEA es limitada y no concluyente. Sin embargo, muchas familias y profesionales han informado de mejoras en los niños que han recibido esta terapia.

Es importante hablar con el pediatra si se sospecha que un niño tiene dificultades con el procesamiento sensorial. También existen otros métodos de control de los estímulos sensoriales, como el entrenamiento de integración auditiva y la optometría conductual, aunque su eficacia no está científicamente respaldada.

Las aulas sensorialmente inteligentes son espacios innovadores que fomentan la estimulación de los sentidos en el aprendizaje. Estas aulas ofrecen numerosos beneficios para los alumnos, especialmente aquellos con necesidades educativas especiales. Además, la terapia de integración sensorial puede ser una herramienta útil para ayudar a los niños con trastornos del espectro autista a sobrellevar las dificultades que enfrentan en el procesamiento sensorial.

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