Los alumnos con altas capacidades intelectuales son individuos que destacan por su capacidad de aprendizaje y su habilidad para resolver problemas de manera rápida y eficiente. Estos alumnos presentan una serie de características que los distinguen del resto de sus compañeros, tanto en el ámbito académico como en el personal.
Inteligencia
Uno de los rasgos más destacados de los alumnos inteligentes es su capacidad para comprender y manejar símbolos e ideas abstractas, complejas y nuevas. Estos estudiantes son capaces de captar rápidamente las relaciones entre los conceptos y los principios que subyacen en ellos. Además, muestran una gran habilidad para resolver problemas de gran complejidad, aplicando el conocimiento que ya poseen y sus propias habilidades de razonamiento.
Estos alumnos también presentan una alta capacidad para abstraer, conceptualizar, sintetizar, razonar, argumentar y preguntar. Tienen una gran curiosidad y un deseo constante por entender el porqué de las cosas, lo que se refleja en su amplia variedad de intereses. Además, poseen una memoria excepcional y un desarrollo madurativo precoz en habilidades perceptivo-motrices, atencionales, comunicativas y lingüísticas.
Creatividad
Los alumnos inteligentes también destacan por su capacidad creativa. Son flexibles en sus ideas y pensamientos, lo que les permite abordar problemas y conflictos desde diferentes perspectivas. Aportan gran fluidez de ideas, originalidad en las soluciones, alta elaboración de sus producciones y flexibilidad a la hora de elegir procedimientos o mostrar opiniones. Estos alumnos desarrollan un pensamiento más productivo que reproductivo y poseen una gran capacidad de iniciativa. Además, manifiestan creatividad y originalidad en las producciones que realizan, ya sean dibujos, juegos o música. También disfrutan de una gran imaginación y fantasía.
Personalidad
La personalidad de los alumnos inteligentes se caracteriza por ser perfeccionista y crítica consigo misma en las tareas y el trabajo que realizan. Prefieren trabajar solos y son muy independientes. Además, tienen la capacidad de liderar grupos debido a su capacidad de convicción y persuasión, así como a su seguridad en sí mismos. Estos alumnos suelen mostrar una gran perseverancia en las actividades y tareas que les motivan e interesan. También manifiestan una gran sensibilidad hacia el entorno que les rodea y un interés por los temas morales y relacionados con la justicia. Son responsables de su propio éxito o fracaso y muestran independencia y confianza en sus habilidades.
Aptitud académica
En cuanto a su aptitud académica, los alumnos inteligentes realizan aprendizajes tempranos y con poca ayuda. Aprenden rápidamente nuevos contenidos de gran dificultad y muestran un gran interés en esta tarea. Además, tienen la capacidad de desarrollar una gran cantidad de trabajo y realizar transferencias de lo aprendido a nuevas situaciones y contextos. Estos alumnos tienen una gran capacidad para dirigir su propio aprendizaje y comienzan a leer muy pronto, disfrutando de esta actividad.
Presentan un buen dominio del lenguaje, tanto a nivel expresivo como comprensivo, con un vocabulario muy rico y avanzado para su edad. También poseen una mayor facilidad para automatizar destrezas y procedimientos mecánicos como la lectura, escritura y cálculo. Suelen mostrar un elevado interés hacia contenidos de aprendizaje de carácter erudito, técnico o social, dedicando esfuerzos prolongados y mantenidos en asimilarlos y profundizar en ellos, llegando a especializarse en algún tema de su interés.
Existen investigaciones que sugieren que los alumnos inteligentes pueden presentar más dificultades sociales y emocionales que sus compañeros. Algunas de las causas de estas dificultades pueden ser las ideas originales y creativas de estos niños, sus continuas preguntas sobre causas y razones, sus propuestas aventuradas, su gusto por salirse de la norma y su pensamiento independiente. Además, factores como la etiquetación por parte de maestros y padres, las expectativas desajustadas, las circunstancias domésticas difíciles y la educación familiar y escolar pueden contribuir al desajuste emocional de estos alumnos.
Por otro lado, existen investigaciones que apoyan la hipótesis de que los alumnos inteligentes no presentan más dificultades sociales y emocionales que sus compañeros. Incluso, se ha planteado la idea de que la superdotación puede proteger a estos alumnos. Sin embargo, las últimas investigaciones sugieren que el desarrollo emocional puede ser determinante en el éxito escolar y social de los alumnos inteligentes.
Los alumnos inteligentes presentan una serie de características que los hacen destacar en el ámbito académico y personal. Su capacidad intelectual, creatividad, personalidad y aptitud académica les permiten sobresalir en sus estudios y en su vida cotidiana. Sin embargo, también pueden enfrentar dificultades sociales y emocionales, por lo que es importante brindarles el apoyo necesario para que puedan desarrollar todo su potencial.
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