En la reciente ceremonia de graduación de la Universidad Northwestern, el gobernador de Illinois, JB Pritzker, pronunció un discurso inspirador que desafió la noción de que la persona más amable en la sala suele ser la más inteligente. Pritzker señaló que aquellos que actúan con crueldad han fallado en la prueba fundamental de una sociedad avanzada y nunca han obligado a su cerebro animal a evolucionar más allá de su primer instinto.
La amabilidad y la inteligencia
Según Pritzker, las personas más amables en la sala suelen ser las más inteligentes. Esto se debe a que la amabilidad requiere empatía, comprensión y la capacidad de ver más allá de uno mismo. Aquellos que actúan con crueldad carecen de estas cualidades y, por lo tanto, no pueden considerarse verdaderamente inteligentes.
El gobernador enfatizó que la amabilidad no es una debilidad, sino una fortaleza. Ser amable requiere valentía y una voluntad de hacer lo correcto, incluso cuando es difícil o impopular. Además, la amabilidad fomenta la colaboración y la construcción de relaciones sólidas, lo que puede llevar al éxito tanto a nivel personal como profesional.
El poder de la amabilidad en tiempos de crisis
Pritzker también habló sobre la importancia de la amabilidad durante una crisis. En momentos de adversidad, es fundamental mostrar compasión y apoyo hacia los demás. La amabilidad puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad, así como a fortalecer los lazos entre las personas.
El gobernador compartió una anécdota personal en la que presenció cómo sus colegas, agotados por la lucha contra la pandemia, lanzaban aviones de papel para aliviar el estrés y elevar la moral. Este momento de camaradería y diversión demostró que incluso en los momentos más difíciles, la amabilidad puede prevalecer y unir a las personas.
Consejos para los graduados
En su discurso, Pritzker ofreció cuatro consejos a los graduados:
- Ser más sustancia que apariencia: En un entorno obsesionado con la imagen, es importante recordar que lo que realmente importa es lo que hay dentro de cada uno. En lugar de buscar la aprobación de los demás, es mejor centrarse en desarrollar una personalidad auténtica y cultivar habilidades y conocimientos sólidos.
- Dejar de lado la crueldad por la amabilidad: La crueldad nunca es justificable y solo perpetúa un ciclo de negatividad. En cambio, es mejor elegir actuar con amabilidad y compasión hacia los demás. La amabilidad puede tener un impacto duradero en la vida de las personas y contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
- Dar un paso a la vez: Enfrentar el futuro puede ser abrumador, pero es importante recordar que cada paso cuenta. Aunque no se sepa exactamente qué depara el futuro, dar un paso a la vez y tomar pequeñas decisiones puede llevar a resultados significativos a largo plazo.
- Apreciar los buenos momentos: A menudo, nos damos cuenta del valor de los buenos momentos solo cuando ya han pasado. Es importante apreciar y disfrutar de los momentos felices mientras se viven, en lugar de esperar a que se conviertan en recuerdos. La vida está llena de momentos preciosos, y aprender a valorarlos puede brindar una mayor satisfacción y felicidad.
El poder de la comunidad
Además del discurso de Pritzker, dos estudiantes de Northwestern también hablaron en la ceremonia de graduación. Tanto Flemming Li, quien recibió su maestría en educación musical, como Ji Hye Choi, estudiante de pregrado, destacaron la importancia de la comunidad en tiempos difíciles.
Li compartió cómo su tiempo en Northwestern le permitió ejercer su libertad y expresarse plenamente gracias a la apertura y aceptación de sus compañeros. Choi, por su parte, habló sobre el poder de la comunidad durante su lucha contra el cáncer. Agradeció a las personas que la apoyaron y mostraron un apoyo incondicional durante su tratamiento.
Reconocimiento a los maestros excepcionales
Además de los discursos y los logros de los estudiantes, Northwestern también otorgó títulos honorarios a cuatro individuos destacados y reconoció a cinco maestros de secundaria que han tenido un impacto duradero en las vidas de los estudiantes.
El discurso de JB Pritzker en la ceremonia de graduación de la Universidad Northwestern desafió la idea de que la persona más amable en la sala suele ser la más inteligente. Pritzker destacó que la amabilidad y la inteligencia no son mutuamente excluyentes, sino que van de la mano. Ser amable requiere empatía, compasión y la capacidad de ver más allá de uno mismo, cualidades que son fundamentales para el verdadero éxito en la vida.
Consultas habituales
¿Es cierto que la persona más amable en la sala suele ser la más inteligente?
No necesariamente. La inteligencia y la amabilidad son cualidades independientes y no siempre están relacionadas. Si bien es cierto que las personas amables suelen tener una mayor capacidad para comprender y relacionarse con los demás, no se puede afirmar que sean automáticamente más inteligentes.
¿Por qué es importante ser amable?
La amabilidad es importante porque fomenta relaciones saludables, fortalece la comunidad y contribuye a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Ser amable también puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional de uno mismo y de los demás.
¿Qué significa ser inteligente?
La inteligencia es un concepto multifacético que abarca diferentes habilidades y capacidades. No se puede reducir a un solo factor, como el coeficiente intelectual. Ser inteligente implica tener habilidades cognitivas, emocionales y sociales desarrolladas, así como la capacidad de aplicar el conocimiento de manera efectiva en diferentes situaciones.
El discurso de JB Pritzker en la ceremonia de graduación de la Universidad Northwestern nos recuerda que la amabilidad y la inteligencia no son cualidades opuestas, sino complementarias. Ser amable requiere fortaleza y valentía, y puede tener un impacto duradero en la vida de las personas. En un entorno cada vez más obsesionado con la apariencia y el éxito superficial, es importante recordar que la verdadera inteligencia va más allá de la inteligencia académica y se basa en la capacidad de relacionarse con los demás y actuar con compasión y empatía.
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