La creatividad es un aspecto fundamental en cualquier disciplina y no se limita únicamente al arte. Durante mucho tiempo se creía que la creatividad estaba asociada únicamente al hemisferio derecho del cerebro, mientras que el hemisferio izquierdo se encargaba de la lógica y las matemáticas. Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que ambos hemisferios trabajan de forma conjunta y cooperativa, lo que significa que todos, tanto niños como adultos, podemos ser creativos.
La creatividad se basa en la combinación de ideas y conocimientos previos almacenados en nuestro cerebro. Cuantas más experiencias vivamos y más información variada y sensorialmente rica acumulemos, más posibilidades tendremos de ser creativos. Por lo tanto, es importante alimentar el cerebro de experiencias sensoriales y variadas.
Alimenta el cerebro de experiencias sensoriales
Desde que nacemos, vamos acumulando experiencias y aprendizajes que se guardan en nuestra memoria. Cada cosa que vemos y escuchamos durante el día nos proporciona un bloque de información a partir del cual podemos construir ideas nuevas y geniales. Combinar bloques de información existentes de forma diferente es ser creativo.
Internet es una gran fuente de inspiración y conversación para el aula. Las clases deben estar llenas de contenido visual y conversaciones abiertas. Podemos descubrir y compartir videos e historias que provocan emociones y estimulan la creatividad.
Colabora con otros docentes y expertos
Las ideas más creativas suelen surgir de la colaboración con otras personas, ya que se aprovechan los diferentes conocimientos y experiencias de cada individuo. A través de las redes sociales y herramientas de comunicación como Skype, podemos colaborar con otros docentes o incluso desconocidos de diferentes disciplinas y países.
Las redes sociales y los grupos de docentes en Facebook son espacios donde se comparten ideas y se colabora de forma virtual. Establecer un entorno personal de aprendizaje rico contribuirá a la creatividad de alumnos y profesores.
Introduce momentos de tranquilidad
En muchas ocasiones, las mejores ideas surgen cuando nuestra mente está en un estado de tranquilidad. La neurociencia ha demostrado que la mente trabaja mejor para resolver problemas cuando no está activamente intentando solucionarlos. Por lo tanto, es importante introducir momentos de tranquilidad en el aula, donde los alumnos puedan relajarse y permitir que sus mentes encuentren soluciones a problemas que parecían irresolubles.
Introduce momentos de juego
El juego y el pensamiento creativo están estrechamente relacionados. Durante la infancia, todos somos capaces de ser creativos porque nos permitimos pensar en libertad, sin límites ni inhibiciones. Introducir momentos de juego en el aula, donde los alumnos puedan dejar volar su imaginación y crear sin restricciones, fomentará su creatividad.
Captura las ideas para no olvidar
Las ideas creativas suelen surgir de repente, cuando menos las esperamos. Para no olvidar estas ideas, es importante capturarlas por escrito. La tecnología nos facilita esta tarea, ya que podemos utilizar aplicaciones en nuestros smartphones para guardar y organizar nuestras ideas.
La creatividad surge cuando acumulamos una base sólida de conocimientos y experiencias, a partir de la cual nuestro cerebro puede construir ideas nuevas. Las grandes ideas no surgen de cerebros vacíos o poco estimulados, sino de mentes activas y motivadas. La creatividad requiere un esfuerzo constante.
La creatividad no está limitada al arte y puede ser desarrollada por cualquier persona. Alimentar el cerebro de experiencias sensoriales, colaborar con otros docentes y expertos, introducir momentos de tranquilidad y juego, y capturar las ideas son algunas de las formas en las que podemos fomentar la creatividad en el aula. La creatividad es fundamental para resolver problemas, innovar y reinventar la educación en el siglo XXI.
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