Antecedentes de los contratos inteligentes: historia y aplicaciones

El concepto de contratos inteligentes fue definido por primera vez en 1994 por Nick Szabo, un ingeniero informático y jurista estadounidense. Szabo describió los contratos inteligentes como protocolos informáticos capaces de ejecutar cláusulas de un contrato. En ese momento, Internet estaba en sus primeros pasos y el potencial de la web abría nuevas posibilidades para las relaciones comerciales y financieras sin intermediarios y sin fronteras.

antecedentes de los contratos inteligentes - Cuándo comenzaron los contratos inteligentes

Sin embargo, este escenario prometedor también planteaba riesgos en una sociedad de la información anti-utópica, donde la privacidad y la libertad podrían verse comprometidas.

Índice
  1. Contratos inteligentes: ¿Cómo surgieron?
  2. ¿Qué es un contrato inteligente?
  3. Aplicaciones de los contratos inteligentes

Contratos inteligentes: ¿Cómo surgieron?

Para minimizar estos riesgos, los alquimistas del movimiento Cypherpunk propusieron la creación de una moneda nativa para Internet con las mismas propiedades que el dinero en efectivo, que sirviera como medio de intercambio y que funcionara de la misma manera que el correo electrónico. Este sueño se hizo realidad 15 años después con la publicación del protocolo Bitcoin por parte de Satoshi Nakamoto.

El mecanismo inventado por Nakamoto resolvió el clásico problema de los Generales Bizantinos y creó un sistema llamado cadena de bloques (blockchain en inglés). Este sistema permitía realizar transacciones y resolver discrepancias de manera automática sin necesidad de una autoridad central. Finalmente, se abrieron las puertas al entorno de los contratos inteligentes.

¿Qué es un contrato inteligente?

Para entenderlo de manera sencilla, podemos imaginar una máquina expendedora. Una de las partes introduce una moneda, selecciona un producto y la máquina lo entrega. Ahora, apliquemos esa misma funcionalidad a productos financieros, pero en lugar de utilizar una máquina expendedora, usemos una máquina virtual en una blockchain.

Un contrato inteligente no es más que un pequeño programa informático. Lo que los hace diferentes de otros programas es su capacidad para transferir valor (dinero u otros activos digitales) de manera nativa y sin intermediarios. Son programas autónomos que se ejecutan en una blockchain y se basan en reglas programadas previamente.

Por ejemplo, un contrato inteligente en la blockchain de Bitcoin puede requerir la firma de al menos dos de los tres propietarios de una dirección de Bitcoin para validar una transacción. Esto se logra mediante el uso de operaciones disponibles en la blockchain, como CHECKMULTISIG.

Aplicaciones de los contratos inteligentes

Los contratos inteligentes tienen una amplia gama de aplicaciones. Se pueden utilizar en formas nuevas de financiación y crowdfunding distribuido, como la emisión de tokens en la red Ethereum con los contratos tipo ERC20. También se pueden utilizar para crear canales de pago, descentralizar la economía colaborativa y realizar seguros vinculados a inputs provenientes de fuera de la blockchain, a través de oráculos o servicios que inyectan datos del entorno exterior en la blockchain.

Tener en cuenta que los contratos inteligentes plantean nuevos desafíos desde el punto de vista legal, ya que no están sujetos a ninguna jurisdicción específica y no son susceptibles de interpretación. Las personas físicas o jurídicas que los utilizan deben cumplir con los requisitos legales correspondientes.

Los contratos inteligentes han revolucionado la forma en que realizamos transacciones y acuerdos. Aunque aún hay desafíos por superar, su potencial para eliminar intermediarios y automatizar procesos es prometedor. La implementación de modelos basados en blockchain y contratos inteligentes puede abrir nuevas oportunidades y transformar diversos sectores de la economía.

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