El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido objeto de críticas por su respuesta al desastre en Acapulco causado por el huracán 'Otis'. Sin embargo, su enfoque cauteloso demuestra su inteligencia estratégica en la gestión de crisis y su capacidad para evitar el espectáculo mediático.
El viaje de AMLO a Acapulco
Las imágenes del primer viaje del presidente a Acapulco, donde quedó atrapado en el barro mientras intentaba llegar en automóvil a las zonas devastadas, han sido ampliamente difundidas. Aunque muchos líderes políticos aprovecharían esta oportunidad para mostrarse junto a las víctimas y ganar simpatía, López Obrador ha tomado una postura diferente.
En lugar de exponerse a los medios y convertir su visita en un espectáculo, el presidente ha decidido evitar la atención mediática. En sus propias palabras, no puede exponerse en medio de la crisis. Esta decisión muestra su inteligencia y su comprensión de que su presencia puede distraer y dificultar las tareas de rescate y reconstrucción.
Evitando provocaciones mediáticas
López Obrador ha sido consciente de las críticas y provocaciones de los medios de comunicación. Ha señalado que organizaciones como Televisa y TV Azteca buscan un programa y darían espacio a provocadores para insultarlo ante las cámaras. Al negarse a participar en este tipo de provocaciones, el presidente muestra su inteligencia emocional y su capacidad para no dejarse llevar por los ataques y la polarización.
El presidente también ha sido objeto de críticas por la forma en que ha manejado la información sobre las víctimas del huracán. Ha desacreditado los informes locales que afirman que las casas funerarias han contabilizado más de 300 muertes, en comparación con las 48 oficialmente reconocidas por el gobierno. Esta postura muestra su determinación de no dejarse influenciar por rumores y mantener la transparencia en la información oficial.
El enfoque estratégico de AMLO
Es importante destacar que la respuesta de López Obrador no ha sido una falta de acción, sino una estrategia calculada para gestionar la crisis de manera efectiva. Se espera que el presidente viaje nuevamente a Acapulco para evaluar la situación y asegurarse de que los suministros básicos estén llegando a los residentes afectados. Esta decisión muestra su compromiso con la recuperación de la zona y su enfoque en soluciones a largo plazo.
La respuesta de AMLO al desastre en Acapulco demuestra su inteligencia y su enfoque estratégico en la gestión de crisis. Su decisión de evitar el espectáculo mediático y no dejarse llevar por provocaciones muestra su inteligencia emocional y su capacidad para mantener el enfoque en las tareas más importantes. Aunque ha sido objeto de críticas, es evidente que López Obrador ha sido muy inteligente en su respuesta a esta situación difícil.
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