La nutrición desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la salud del cerebro de los niños. Después del sueño y el ejercicio, los alimentos que consumen son el combustible que les permite aprovechar al máximo sus capacidades cognitivas y emocionales. Además, una buena alimentación puede ofrecer protección adicional al cerebro de los niños.
Sardinas o salmón
El pescado azul, como las sardinas o el salmón, es rico en ácidos grasos omega 3 y vitamina D. La vitamina D ayuda a mantener un estado de ánimo saludable y favorece el aprendizaje y la memoria. Por otro lado, el omega 3 mejora la concentración, la capacidad de análisis y la velocidad de procesamiento de información de los niños.
Verduras verdes y naranjas
Todas las verduras son ricas en vitaminas, pero las verduras de hoja verde, como la col y la espinaca, son especialmente beneficiosas. Estas verduras contienen vitamina B6 y B12, que ayudan a prevenir enfermedades coronarias y el Alzheimer, y aumentan los niveles de tiamina, fortaleciendo la memoria.
Las verduras de color naranja, como la zanahoria y la calabaza, y las frutas de ese color, como el melocotón o el albaricoque, son ricas en vitamina A, un antioxidante importante que ayuda a mantener un cerebro joven.
Nueces y frutos secos
Las nueces y otros frutos secos son ricos en lecticina, uno de los principales componentes de la acetilcolina, un neurotransmisor que acelera el impulso nervioso y favorece un pensamiento más ágil. Esto mejora el razonamiento y la memoria de los niños.
Es recomendable que los niños consuman nueces, avellanas, piñones o almendras como tentempié o incluidos en salsas, ensaladas o desayunos para mejorar su rendimiento intelectual. Sin embargo, se debe limitar el consumo de frutos secos fritos o condimentados con sal. Además, es importante respetar la edad recomendada por el pediatra para introducir estos alimentos y prevenir posibles reacciones alérgicas.
Huevos
Los huevos son una fuente saludable de proteínas para los niños. La yema de huevo es especialmente rica en colina, perteneciente al grupo B de vitaminas, que potencia el desarrollo de la memoria.
Avena
La avena es un cereal beneficioso para el cerebro y el organismo en general. Es rica en proteínas y fibra, lo que ayuda a prevenir la saturación arterial y mejorar el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
Un estudio reciente demostró que los niños que consumieron un tazón de avena con azúcar moreno tuvieron un mejor rendimiento en una prueba de aprendizaje y memoria en comparación con los que consumieron cereales y azúcar moreno.
Otro beneficio de la avena es su contenido de triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a los niños a concentrarse mejor y mantener un estado emocional positivo y resistente al desánimo.
Curry
El curry es una especia que tiene una capacidad neuroprotectora demostrada. Su consumo regular puede proteger contra enfermedades como el Alzheimer.
Para los niños mayores de 2 años, el curry también tiene beneficios, ya que las hojas de curry son ricas en vitaminas C y A, ácido fólico y niacina, que favorecen el desarrollo cerebral.
Además, se ha demostrado que la cúrcuma, una especia presente en el curry, puede aumentar hasta un 80% la actividad de las células madre, potenciando así un desarrollo cerebral completo.
Es importante destacar que los beneficios de estos alimentos neurosaludables son mayores cuando se comienzan a consumir desde la infancia. Por lo tanto, las enfermedades asociadas al envejecimiento pueden empezar a prevenirse desde la infancia a través de una alimentación adecuada.
Es fundamental fomentar en los niños hábitos alimenticios saludables desde temprana edad, ya que los hábitos adquiridos en la infancia suelen perdurar en la vida adulta.
Incluir alimentos como sardinas, salmón, verduras de hoja verde y naranjas, nueces, huevos, avena y curry en la dieta de los niños puede contribuir a mejorar su inteligencia y desarrollo cerebral. Siempre es recomendable consultar con un especialista en nutrición para recibir una orientación personalizada y adaptada a las necesidades individuales de cada niño.
Los niños necesitan vitaminas y minerales para crecer y desarrollarse adecuadamente. Estas sustancias se encuentran en los alimentos que consumen y desempeñan un papel crucial en su organismo.
Las vitaminas y minerales que necesitan los niños son los mismos que los adultos, pero en cantidades menores. La cantidad de nutrientes que necesitan dependerá de su edad, sexo, constitución física y nivel de crecimiento y actividad.
Una dieta saludable y equilibrada debería proporcionar todas las vitaminas y minerales necesarios para el adecuado desarrollo cerebral de los niños. Sin embargo, en algunos casos, puede haber deficiencias de vitaminas debido a dietas restringidas o a la falta de apetito de los niños.
En estas situaciones, los suplementos vitamínicos pueden ser una opción para asegurar que los niños obtengan las vitaminas y minerales necesarios. Los suplementos alimenticios para niños, como las vitaminas Supradyn® para niños, pueden proporcionar ese extra de nutrientes que los niños puedan necesitar.
Tener en cuenta que los suplementos vitamínicos no deben sustituir una dieta equilibrada, sino complementarla cuando sea necesario. Siempre es recomendable consultar con un pediatra o especialista en nutrición antes de comenzar a administrar suplementos vitamínicos a los niños.
Una alimentación adecuada y equilibrada, rica en alimentos para la inteligencia como los mencionados anteriormente, junto con la administración de suplementos vitamínicos cuando sea necesario, puede contribuir a un mejor desarrollo cerebral y a potenciar la inteligencia de los niños.
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