Efecto dunning-kruger: la ilusión de la inteligencia

En la sociedad actual, es común encontrarse con personas que creen ser más inteligentes que los demás. Esta actitud de autosuficiencia y superioridad puede ser atribuida a un fenómeno conocido como el efecto Dunning-Kruger. Este efecto es un sesgo cognitivo en el cual las personas creen ser más inteligentes y capaces de lo que realmente son. Esencialmente, las personas con habilidades limitadas no poseen las destrezas necesarias para reconocer su propia incompetencia. La combinación de una baja autoconciencia y una baja capacidad cognitiva les lleva a sobreestimar sus habilidades.

Índice
  1. Comprendiendo el efecto Dunning-Kruger
    1. La investigación
  2. Efectos en el comportamiento y las decisiones
    1. ¿Por qué sucede?
  3. ¿Eres menos competente de lo que crees?
  4. El efecto Dunning-Kruger vs. el síndrome del impostor
  5. Cómo superar el efecto Dunning-Kruger

Comprendiendo el efecto Dunning-Kruger

El fenómeno del efecto Dunning-Kruger es algo que muchos de nosotros hemos experimentado en la vida real. Un ejemplo común del efecto Dunning-Kruger es cuando alguien en una reunión familiar se expresa de manera arrogante y despectiva, proclamando que su opinión es la única correcta y que todos los demás están equivocados. Aunque es evidente que esta persona no tiene idea de lo que está hablando, continúa hablando sin darse cuenta de su ignorancia.

Este efecto lleva el nombre de los investigadores David Dunning y Justin Kruger, quienes fueron los primeros en describirlo. En su estudio original, realizaron una serie de cuatro investigaciones sobre este fenómeno psicológico.

Las personas que obtuvieron los puntajes más bajos en pruebas de gramática, humor y lógica también tendieron a sobreestimar dramáticamente su desempeño (sus puntajes reales los ubicaron en el percentil 12, pero estimaron que su desempeño los ubicaba en el percentil 62).

La investigación

En un experimento, por ejemplo, Dunning y Kruger pidieron a sus 65 participantes que calificaran qué tan graciosos eran diferentes chistes. Algunos participantes eran extremadamente malos para determinar qué chistes encontrarían graciosos, pero estos sujetos se consideraban a sí mismos excelentes jueces de humor.

Las personas incompetentes, sugirieron los investigadores, no solo son malos en su desempeño, sino que también son incapaces de evaluar y reconocer correctamente la calidad de su trabajo. Esto explica por qué los estudiantes que obtienen calificaciones bajas en los exámenes a veces sienten que merecen una calificación mucho más alta. Sobreestiman su conocimiento y habilidad y no pueden evaluar correctamente su desempeño.

Las personas con bajo rendimiento no pueden reconocer el nivel de habilidad y competencia de los demás, lo que explica por qué siempre se ven a sí mismos como mejores, más capaces y más conocedores que los demás.

En muchos casos, la incompetencia no deja a las personas desconcertadas, perplejas o cautelosas, escribió David Dunning en un artículo para Pacific Standard. en cambio, las personas incompetentes a menudo están bendecidas con una confianza inapropiada, impulsada por algo que para ellos se siente como conocimiento.

Efectos en el comportamiento y las decisiones

Este efecto puede tener un impacto profundo en lo que las personas creen, las decisiones que toman y las acciones que llevan a cabo.

En un estudio, Dunning y Ehrlinger encontraron que las mujeres tenían un desempeño igual al de los hombres en un cuestionario de ciencias, pero subestimaban su rendimiento porque creían que tenían menos capacidad de razonamiento científico que los hombres. Los investigadores también encontraron que estas mujeres eran más propensas a rechazar participar en una competencia de ciencias debido a esta creencia.

Dunning y sus colegas también realizaron experimentos en los que preguntaron a los encuestados si estaban familiarizados con varios términos relacionados con temas como política, biología, física y geografía. Junto con conceptos genuinamente relevantes para el tema, también intercalaron términos completamente inventados.

En uno de estos estudios, aproximadamente el 90% de los encuestados afirmaron tener al menos algún conocimiento de los términos inventados. Consistentemente con otros hallazgos relacionados con el efecto Dunning-Kruger, cuanto más familiarizados afirmaban los participantes estar con un tema, más probable era que también afirmaran estar familiarizados con los términos sin sentido.

¿Por qué sucede?

Entonces, ¿qué explica este efecto psicológico? ¿Hay personas que simplemente son demasiado torpes para reconocerlo? Dunning y Kruger sugieren que este fenómeno se debe a lo que ellos llaman una doble carga. Las personas no solo son incompetentes, sino que su incompetencia les impide darse cuenta de lo ineptas que son.

Las personas incompetentes tienden a:

  • Sobreestimar sus niveles de habilidad
  • No reconocer la habilidad y experiencia genuina de otras personas
  • No reconocer sus propios errores y falta de habilidad

El conocimiento y las habilidades necesarias para ser bueno en una tarea son las mismas cualidades que una persona necesita para reconocer que no es buena en esa tarea. Por lo tanto, si una persona carece de esas habilidades, no solo será mala en esa tarea, sino que también desconocerá su propia incapacidad.

Este efecto se ha atribuido a varias explicaciones diferentes, que incluyen:

  • Una incapacidad para reconocer la falta de habilidad y los errores
  • Una falta de metacognición
  • Un poco de conocimiento puede llevar a la sobreconfianza

Otros factores que pueden contribuir al efecto incluyen el uso de heurísticas, o atajos mentales que permiten a las personas tomar decisiones rápidamente, y la tendencia a buscar patrones incluso cuando no existen. Nuestras mentes están preparadas para tratar de dar sentido a la variedad dispar de información con la que lidiamos a diario. A medida que intentamos superar la confusión e interpretar nuestras habilidades y desempeño dentro de nuestro entorno, no es sorprendente que a veces fracasemos completamente al juzgar con precisión qué tan bien lo hacemos.

¿Eres menos competente de lo que crees?

Entonces, ¿quién se ve afectado por el efecto Dunning-Kruger? Según los investigadores, todos somos propensos a este efecto. Esto se debe a que, sin importar cuánta información o experiencia tengamos, todos tenemos áreas en las que estamos desinformados e incompetentes. Es posible que seas inteligente y hábil en muchas áreas, pero nadie es experto en todo.

La realidad es que todos somos susceptibles a este fenómeno y es probable que la mayoría de nosotros lo experimentemos con sorprendente regularidad. Las personas que son verdaderos expertos en un área pueden creer erróneamente que su inteligencia y conocimiento se aplican a otras áreas en las que tienen menos familiaridad.

Por ejemplo, un brillante científico puede ser muy malo escribiendo. Para que el científico reconozca su falta de habilidad, necesita tener un buen conocimiento de gramática, composición y otros elementos de la escritura. Debido a que carece de estas habilidades, el científico también carece de la capacidad para reconocer su propio mal desempeño.

El efecto Dunning-Kruger vs. el síndrome del impostor

Entonces, si los incompetentes tienden a pensar que son expertos, ¿qué piensan los verdaderos expertos de sus propias habilidades? Dunning y Kruger descubrieron que aquellos en el extremo superior del espectro de competencia tenían una visión más realista de su propio conocimiento y habilidades. Sin embargo, estos expertos tendían a subestimar sus propias habilidades en comparación con cómo los demás las percibían.

Las personas con los puntajes más altos saben que son mejores que la media, pero no están convencidas de cuán superior es su desempeño en comparación con los demás. El problema, en este caso, no es que los expertos no sepan cuán bien informados están; tienden a creer que todos los demás también están bien informados.

Esto a veces puede llevar al síndrome del impostor, que es el opuesto del efecto Dunning-Kruger. En el síndrome del impostor, las personas competentes dudan de sus propias habilidades y temen que otros descubran que son fraudulentas.

Cómo superar el efecto Dunning-Kruger

Entonces, ¿hay algo que se pueda hacer para minimizar este fenómeno? ¿Hay un punto en el que los incompetentes realmente reconocen su propia ineptitud?

Todos somos generadores de creencias erróneas, sugiere Dunning. Si bien todos somos propensos a experimentar el efecto Dunning-Kruger, aprender más sobre cómo funciona la mente y los errores a los que todos somos susceptibles podría ser un paso hacia la corrección de estos patrones.

A medida que las personas aprenden más sobre el tema de interés, comienzan a reconocer su falta de conocimiento y habilidad. Luego, a medida que adquieren más información y se convierten en expertos en un tema, sus niveles de confianza comienzan a mejorar nuevamente.

Entonces, ¿qué puedes hacer para tener una evaluación más realista de tus habilidades en un área específica si no estás seguro de poder confiar en tu autoevaluación?

  • Sigue aprendiendo y practicando. En lugar de asumir que lo sabes todo sobre un tema, sigue investigando más. Una vez que adquieras un mayor conocimiento sobre un tema, es probable que reconozcas cuánto queda por aprender. Esto puede combatir la tendencia a asumir que eres un experto, incluso si no lo eres.
  • Pregunta a otras personas cómo lo estás haciendo. Otra estrategia efectiva consiste en pedir a los demás críticas constructivas. Aunque a veces puede ser difícil escucharlas, estos comentarios pueden brindar valiosos conocimientos sobre cómo los demás perciben tus habilidades.
  • Cuestiona lo que sabes. Incluso mientras aprendes más y recibes comentarios, es fácil prestar atención solo a las cosas que confirman lo que crees que ya sabes. Este es un ejemplo de otro tipo de sesgo psicológico conocido como sesgo de confirmación. Para minimizar esta tendencia, sigue cuestionando tus creencias y expectativas. Busca información que desafíe tus ideas.

El efecto Dunning-Kruger es solo uno de los muchos sesgos cognitivos que pueden afectar tus comportamientos y decisiones, desde lo mundano hasta lo trascendental. Si bien puede ser más fácil reconocer el fenómeno en los demás, es importante recordar que es algo que afecta a todos. Al comprender las causas subyacentes que contribuyen a este sesgo psicológico, es posible que puedas identificar estas tendencias en ti mismo y encontrar formas de superarlas.

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