La agricultura inteligente es un enfoque que busca transformar los sistemas agroalimentarios hacia prácticas verdes y resilientes al cambio climático. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promueve este enfoque para contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París. La agricultura inteligente tiene como objetivo principal aumentar de manera sostenible la productividad y los ingresos agrícolas, adaptarse y construir resiliencia al cambio climático, y reducir o eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero, en la medida de lo posible.
Los pilares de la agricultura sostenible según la FAO
La FAO define la agricultura sostenible como aquella que permite satisfacer las necesidades alimentarias presentes y futuras, garantizando al mismo tiempo la preservación de los recursos naturales y los ecosistemas. Para lograrlo, la FAO propone cuatro pilares fundamentales:
- Mejor producción: La agricultura sostenible busca incrementar la productividad agrícola de manera sostenible, utilizando prácticas que maximicen el rendimiento sin agotar los recursos naturales ni dañar el medio ambiente. Esto implica implementar técnicas de manejo del suelo, el agua y los cultivos que optimicen el uso de los recursos disponibles.
- Mejor nutrición: La agricultura sostenible debe garantizar la disponibilidad de alimentos nutritivos y accesibles para todos. Esto implica promover la diversificación de los cultivos y la producción de alimentos saludables, así como mejorar el acceso a una alimentación equilibrada y de calidad.
- Mejor medio ambiente: La agricultura sostenible debe proteger y preservar los recursos naturales y los ecosistemas. Esto implica adoptar prácticas que minimicen el uso de agroquímicos y reduzcan la contaminación del agua y el suelo, así como promover la conservación de la biodiversidad y la protección de los ecosistemas naturales.
- Mejor vida: La agricultura sostenible debe contribuir al bienestar social y económico de las comunidades rurales. Esto implica garantizar condiciones de trabajo dignas para los agricultores, promover la igualdad de género en el sector agrícola y mejorar la resiliencia de las comunidades rurales frente a los desafíos climáticos y económicos.
La importancia de la agricultura inteligente para la sostenibilidad
La agricultura inteligente es una herramienta clave para lograr la agricultura sostenible. La FAO destaca que la implementación de prácticas inteligentes en el uso del agua y la energía será cada vez más importante a medida que la escasez de agua y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero se vuelvan más urgentes. La adopción de tecnologías y técnicas que permitan una producción más eficiente y sostenible, como el riego por goteo y el uso de energías renovables, contribuirá a reducir el impacto ambiental de la agricultura.
Además, la agricultura inteligente puede ayudar a mejorar la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a los desafíos climáticos y económicos. La implementación de prácticas que promuevan la diversificación de cultivos y la conservación de la biodiversidad puede ayudar a reducir la vulnerabilidad de los agricultores frente a eventos climáticos extremos, como sequías o inundaciones. Asimismo, el uso de tecnologías de información y comunicación puede mejorar la capacidad de los agricultores para acceder a información climática y de mercado, lo que les permite tomar decisiones más informadas y adaptarse mejor a las condiciones cambiantes.
Acciones para promover la agricultura inteligente
La FAO ha identificado una serie de acciones clave para promover la agricultura inteligente y guiar a los encargados de tomar decisiones. Estas acciones incluyen:
- Facilitar el acceso a recursos productivos: Garantizar que los agricultores tengan acceso a tierras, agua, semillas y otros insumos necesarios para la producción agrícola.
- Conectar a los pequeños agricultores con los mercados: Promover la inclusión de los pequeños agricultores en los mercados locales y regionales, facilitando su acceso a información y canales de comercialización.
- Fomentar la diversificación de la producción y de los ingresos: Promover la producción de cultivos diversos y la adopción de prácticas agroecológicas que reduzcan la dependencia de monocultivos y agroquímicos.
- Fomentar el conocimiento de los productores y desarrollar sus capacidades: Brindar capacitación y asistencia técnica a los agricultores para promover la adopción de prácticas inteligentes y sostenibles.
- Mejorar la salud del suelo y restaurar la tierra: Implementar prácticas de conservación del suelo, como la rotación de cultivos y el manejo adecuado de los residuos agrícolas, para mejorar la fertilidad del suelo y reducir la erosión.
- Proteger el agua y gestionar la escasez: Promover el uso eficiente del agua en la agricultura, implementando técnicas de riego adecuadas y promoviendo la conservación del agua en las fincas.
- Fomentar la conservación de la biodiversidad y proteger las funciones de los ecosistemas: Promover la conservación de los ecosistemas naturales y fomentar la biodiversidad en las fincas agrícolas para mantener un equilibrio ecológico y garantizar la resiliencia de los sistemas agrícolas.
- Reducir las pérdidas, fomentar la reutilización y el reciclaje, y promover el consumo sostenible: Implementar prácticas que reduzcan las pérdidas de alimentos durante la producción y el procesamiento, promoviendo la reutilización de los residuos y el consumo responsable.
- Empoderar a las personas y luchar contra la desigualdad: Promover la igualdad de género en el sector agrícola y garantizar que los agricultores tengan acceso y control sobre los recursos necesarios para su producción.
- Prevenir y proteger contra desastres: Implementar medidas de prevención y manejo de desastres para reducir la vulnerabilidad de los agricultores frente a eventos climáticos extremos.
- Fomentar el diálogo sobre políticas y la coordinación: Promover el diálogo entre los actores del sector agrícola y facilitar la coordinación entre las políticas y programas relacionados con la agricultura sostenible.
La agricultura inteligente es un enfoque clave para lograr la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios. La implementación de prácticas inteligentes y sostenibles en la agricultura puede contribuir a aumentar la productividad agrícola, adaptarse al cambio climático y reducir el impacto ambiental de la agricultura. La FAO promueve la adopción de acciones concretas para promover la agricultura inteligente y guiar a los encargados de tomar decisiones en la transición hacia una producción sostenible. Es necesario el compromiso y la colaboración de los gobiernos, los agricultores, las organizaciones internacionales y otros actores relevantes para lograr una agricultura inteligente y sostenible que garantice la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales.
Si quieres conocer otras notas parecidas a Agricultura inteligente fao: producción sostenible puedes visitar la categoría Inteligencia.