La inteligencia es un concepto complejo y difícil de definir, especialmente cuando se trata de medir la inteligencia de los animales. A menudo, nuestras opiniones sobre la inteligencia de los animales están basadas en prejuicios culturales y personales. Por ejemplo, solemos considerar a los mamíferos más inteligentes que a las aves y reptiles, y a los insectos como seres no pensantes.
La medición de la inteligencia en los animales es aún más complicada. Mientras que con los humanos podemos conversar o someterlos a pruebas escritas, en el caso de los animales esta tarea se vuelve mucho más difícil debido a la falta de lenguaje y pulgares oponibles.
Un nuevo enfoque en la medición de la inteligencia animal
Los científicos que estudian la cognición animal han adoptado un enfoque diferente en la medición de la inteligencia animal. En lugar de considerar a los humanos como la cúspide del intelecto, ahora ven a los animales como especies inteligentes que perciben el entorno de manera fundamentalmente diferente.
Una forma de inteligencia que durante mucho tiempo se consideró exclusiva de los humanos es el uso de herramientas. Se ha estudiado en muchas especies, pero solo algunas han tenido éxito en su uso. Por ejemplo, cuando se les dio a los elefantes un palo y se les colocó comida fuera de su alcance, inicialmente no pudieron utilizar el palo para obtener la comida. Sin embargo, los investigadores se dieron cuenta de que esto se debía a un sesgo en el diseño del experimento. Al agarrar el palo con su trompa, los elefantes no podían utilizar su sentido del olfato y del tacto, que son mucho más importantes para ellos que la visión. Entonces, los investigadores agregaron una caja al experimento y los elefantes comenzaron a patearla hasta poder pararse sobre ella y alcanzar la comida.
Otra capacidad cognitiva menos estudiada es la empatía. Durante mucho tiempo se creyó que los primates no humanos eran egoístas, ya que en experimentos se les permitía elegir entre tomar comida para sí mismos o empujar comida hacia un compañero. Sin embargo, en un estudio reciente se descubrió que los monos preferían los tokens que recompensaban a ambos individuos. Esto demuestra que los animales no siempre fallan en una tarea por falta de inteligencia, sino porque no la resuelven de la manera en que esperaríamos que lo hiciera un humano.
Ejemplos de inteligencia animal
La evidencia científica ha demostrado que muchos animales tienen una inteligencia compleja. Las ardillas fingen esconder semillas cuando saben que otros las están observando. Los cuervos pueden construir ganchos de alambre para utilizar como herramientas. Los chimpancés tienen una memoria a corto plazo mejor que la de los humanos. Las abejas pueden resolver algunos problemas más rápido que las computadoras. Las ratas sienten empatía por sus compañeras de especie. Las urracas son conscientes de sí mismas. Incluso el gusano Caenorhabditis elegans, que tiene solo 302 células cerebrales, puede aprender y recordar.
Para algunos, descubrir que los animales son inteligentes es maravilloso. Sin embargo, para otros puede resultar incómodo perder la exclusividad de la inteligencia humana. Varios estudios han demostrado que tendemos a considerar a los animales menos inteligentes cuando los comemos, como una forma de negación que nos ayuda a sentirnos menos culpables.
Lo que debemos recordar es que somos animales que vivimos en un entorno con otros animales. Todas las especies son diferentes entre sí, pero no somos tan diferentes como creemos. Muchas de las habilidades que considerábamos exclusivas de los humanos también se encuentran en animales similares a nosotros y en organismos muy diferentes. Para comprender cómo los animales resuelven los problemas a los que se enfrentan, necesitamos aplicar nuestra propia capacidad de resolución de problemas y cambiar nuestra perspectiva.
La inteligencia animal es un tema maravilloso y complejo. A través de la investigación científica, estamos cada vez más evidencia de la inteligencia de los animales en diferentes especies. Esto nos ayuda a comprender mejor el entorno natural y a apreciar la diversidad de formas de inteligencia que existen en nuestro planeta.
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