El acoso escolar es un problema grave que afecta a muchos estudiantes en todo el entorno. Este tipo de violencia, que implica intimidación, acoso, burla y amenazas, tiene un impacto negativo en la vida de las víctimas y puede afectar su bienestar físico y emocional. Es por eso que es crucial que los centros educativos tomen medidas para prevenir y abordar el acoso escolar de manera efectiva.
Qué debe hacer la escuela en caso de acoso escolar
Tratar y erradicar el bullying no es una tarea sencilla, pues intervienen diversos factores que se deben tener en cuenta. Cada centro debe contar con un protocolo de actuación definido y acordado con toda la comunidad educativa, de forma que cada miembro de la comunidad educativa sepa el procedimiento a seguir.
El foco debe estar siempre puesto en la protección y cuidado de los menores y en proporcionarles las herramientas y la ayuda necesaria para hacer frente a estas situaciones, tan dolorosas para todas las partes.
Como ya hemos mencionado en este artículo, la prevención es el mejor remedio al acoso escolar, pero una vez que este sucede, debemos tener claro los pasos a seguir.
Pautas de actuación a tener en cuenta ante un caso de acoso escolar
- No minimizar ninguna situación de maltrato: No se debe minimizar ninguna situación de maltrato, sea del tipo que sea, sino que la actuación debe ser inmediata y contundente. El acoso escolar funciona como una bola de nieve, que sigue aumentando a menos que se la detenga.
- Los alumnos deben estar preparados para detectar el acoso escolar: Es fundamental que todos los estudiantes sepan cómo actuar en caso de que se produzca un caso de acoso, independientemente del papel que cumplan en el mismo. Mención especial a los testigos: es de vital importancia que sepan que su silencio les hace cómplices de los acosadores.
- El profesorado y el centro deben favorecer una convivencia segura: El profesorado y el centro, a su vez, debe favorecer la convivencia segura, aumentar la vigilancia y realizar un correcto seguimiento de cualquier suceso puntual de exclusión o discriminación de la que tenga conocimiento. Debe, además, lograr la máxima colaboración de las familias y comunicarles cualquier conflicto que se produzca en el aula.
- Abrir un expediente e investigar sobre el problema: Cuando se sospecha que está teniendo lugar una situación de acoso en el centro, el primer paso es abrir expediente del mismo e investigar sobre el problema, entrevistando al presunto acosador, la presunta víctima y a los testigos, sin olvidar las observaciones que el tutor o la tutora puedan aportar sobre el clima del aula. La dirección del centro es la primera responsable de que los procedimientos se cumplan.
- Informar a los padres: Una vez que se puede confirmar, habría que poner en conocimiento de los padres lo que está sucediendo y trabajar en conjunto con la dirección del centro para poner en marcha los protocolos de actuación correspondientes, protegiendo a la víctima, sancionando al acosador e involucrando a los testigos.
- Informar a la Dirección de Área Territorial correspondiente: Se debe poner en conocimiento de la existencia de acoso escolar en el centro a la Dirección de Área Territorial correspondiente y/o Inspección Educativa. En caso de que corresponda, también se debe comunicar el caso a la Fiscalía de Menores.
- Solicitar asesoramiento del Servicio de Inspección Educativa: En todo momento, los centros podrán solicitar el asesoramiento del Servicio de Inspección Educativa para adaptar la intervención a la singularidad de cada caso.
- Actuar asegurando confidencialidad, anonimato y discreción: Todas las actuaciones se llevarán a cabo asegurando plena confidencialidad, anonimato y discreción. Es importante ser prudente y proceder con celeridad para evitar que la información se haga pública o se difunda aleatoriamente, ya que podría alterar la información recogida y agravar los hechos.
Recordemos, una vez más, que la intervención y la prevención deben ir de la mano, y cada centro debe contar con su propio protocolo de actuación ante el bullying. Es responsabilidad de toda la comunidad educativa exigir los recursos necesarios para acabar con este enorme problema social.
Cuáles son los 7 tipos de acoso escolar
Existen diferentes tipos de bullying que pueden darse en el contexto educativo y también en otros ámbitos, como el social e, incluso, el laboral. El acoso puede manifestarse de diferentes formas que debemos conocer, y sobre las que profundizamos a continuación.
El bullying se refiere al daño físico o psicológico que sufre un niño de forma intencionada y repetitiva por parte de un agresor o de un grupo de agresores. En este caso, la persona que acosa emplea su poder, ya sea físico, psicológico o social, para ejercer un control sobre la víctima o generarle una serie de conductas y sentimientos perjudiciales que afectan a su bienestar.
El informe de la UNESCO, “Behind the numbers: ending school violence and bullying“, revela que 1 de cada 3 estudiantes ha sido acosado por sus compañeros en la escuela durante uno o más días en un mes. Además, advierte que “tanto la salud mental y física, como el bienestar de los niños, se ven afectados negativamente por el acoso escolar“.
Los 7 tipos de bullying más comunes son:
Bullying físico
Es uno de los tipos de bullying más comunes. Engloba golpes, empujones, patadas y todo tipo de agresiones físicas contra un niño o adolescente o un colectivo de ellos. También se incluye el acoso físico indirecto, que se refiere al robo o daño intencionado para sustraer las pertenencias de la persona que sufre el acoso.
Cyber-bullying
Es el acoso que tiene lugar a través de Internet, ya sea por redes sociales, correo electrónico, foros y otros espacios de la red. En la mayoría de casos, este tipo de acoso se basa en la publicación de fotos, conversaciones, amenazas y difusión de informaciones sobre la víctima, sin su consentimiento.
Bullying psicológico
Se basa en conductas que atentan contra la dignidad y la integridad del niño o adolescente, generando un marcado desequilibrio psicológico que puede implicar sentimientos de inferioridad, baja autoestima, ansiedad, depresión e incluso suicidio. Este tipo de maltrato puede darse por medio de palabras, difamaciones, mentiras, amenazas, manipulación, chantaje emocional, intimidación o persecución.
Bullying verbal
Se manifiesta por la divulgación de rumores, burlas, insultos, apodos y otras acciones similares que buscan dañar a la víctima. Es uno de los tipos de acoso escolar más comunes en la adolescencia.
Bullying sexual
Se refiere al acoso que puede incluir tocamientos o acercamientos no deseados, actos de violencia física, así como silbidos u otros gestos de naturaleza sexual inadecuados. También se incluyen los comentarios relacionados con el aspecto físico o vida íntima de la víctima. El bullying homófobo también se considera acoso sexual.
Significa aislar a la víctima y humillarla en público para reforzar ese rechazo. Esta exclusión puede darse por cuestiones socioeconómicas y culturales, discapacidades físicas o mentales, entre otras circunstancias que se señalan de forma negativa.
Mobbing
En el ámbito laboral, el bullying es conocido como mobbing o acoso laboral. Esta forma de maltrato suele ser de tipo psicológico, con mofas, amenazas o aislamiento. En algunos casos, se dan también conductas violentas que incluyen la agresión.
Prevención e intervención en el acoso escolar
Es importante conocer los tipos de bullying para identificarlos y evitar este tipo de situaciones en el aula o fuera de ella. Además de la prevención, también es fundamental saber cómo intervenir en un caso de acoso escolar.
Algunas acciones que se pueden tomar para prevenir el acoso escolar incluyen:
- Informar a los niños: Es importante que los niños estén informados sobre qué es el acoso, cómo identificarlo y cómo actuar de forma segura.
- Mantener una comunicación activa: Los padres y educadores deben mantener una comunicación activa con los niños y observar su actitud para detectar problemas si los hubiera.
- No restar importancia: Nunca se debe restar importancia a un posible caso de acoso escolar. Escuchar y respetar a los niños es clave para que confíen en los adultos y reciban ayuda.
- Dar ejemplo: Los adultos deben dar ejemplo en el trato respetuoso y amable con los demás.
- Fomentar la coeducación: Es importante fomentar la coeducación en el aula para inculcar comportamientos y valores de respeto, equidad, empatía y buen trato.
- Actuar en equipo: En caso de una situación de bullying escolar, padres, madres y educadores deben actuar en equipo para detener la situación y solucionar el problema.
En cuanto a la intervención en un caso de acoso escolar, se pueden seguir los siguientes pasos:
- Abrir un expediente e investigar: Es importante abrir un expediente y realizar una investigación sobre el caso de acoso escolar.
- Informar a los padres: Una vez confirmado el acoso, se debe informar a los padres y trabajar en conjunto para poner en marcha los protocolos de actuación correspondientes.
- Comunicar a las autoridades competentes: Se debe poner en conocimiento de las autoridades competentes la existencia de acoso escolar en el centro.
- Solicitar asesoramiento: Los centros pueden solicitar asesoramiento a profesionales para adaptar la intervención a cada caso.
- Actuar con confidencialidad: Todas las actuaciones deben llevarse a cabo con confidencialidad, anonimato y discreción.
Es responsabilidad de la comunidad educativa trabajar juntos para prevenir y abordar el acoso escolar de manera efectiva. Solo así podremos crear un entorno seguro y saludable para todos los estudiantes.
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