1º jornada nacional de neurociencias: aportes de la neurociencia a la educación

La neurociencia, la neurociencia educativa y la neurodidáctica son disciplinas que han despertado un gran interés en el ámbito educativo debido a los importantes aportes que ofrecen al proceso de enseñanza-aprendizaje. Estas disciplinas se enfocan en comprender los mecanismos que regulan el control de las reacciones nerviosas y el comportamiento, así como en investigar cómo influyen las emociones y los pensamientos en el aprendizaje.

¿Qué aporta la neurociencia a la educación?

La neurociencia nos brinda una comprensión más profunda sobre el funcionamiento del cerebro y su capacidad de adaptación, conocida como plasticidad cerebral. Esta plasticidad cerebral nos permite remodelar y adaptar nuestro cerebro a partir de las experiencias y el aprendizaje que adquirimos a lo largo de la vida.

La investigación en neurociencia ha demostrado que aprendemos de manera más efectiva cuando interactuamos y colaboramos socialmente, ya que nuestro cerebro está diseñado para vivir y convivir en sociedad. Por otro lado, el estrés tiene un impacto negativo en el aprendizaje, mientras que las emociones y el estado de ánimo pueden influir de manera positiva o negativa en el funcionamiento del cerebro.

Además, se ha comprobado que las experiencias directas y multisensoriales favorecen el proceso de aprendizaje, al igual que el movimiento y los ejercicios físicos. La música y el arte también tienen un efecto transformador en el cerebro y pueden mejorar la experiencia de aprendizaje.

Tener en cuenta que factores como la alimentación, la calidad del sueño, el entorno socioeconómico y cultural, las lesiones cerebrales, la genética y los aprendizajes previos consolidados influyen en la forma en que el cerebro aprende y procesa la información.

Por otro lado, el estrés, la tristeza, la soledad o una mala condición física pueden afectar negativamente el funcionamiento de la corteza prefrontal del cerebro, responsable de las funciones ejecutivas fundamentales para el desarrollo académico y personal de los estudiantes, como el control inhibitorio, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva.

Cómo mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje según la neurociencia

Provocar emociones en el alumnado y despertar su atención

La neurociencia ha demostrado que el aprendizaje se logra mejor cuando se generan emociones en los estudiantes. No se trata solo de memorizar o repetir información, sino de involucrarse emocionalmente en el proceso de aprendizaje. Por lo tanto, es importante que los docentes utilicen estrategias que despierten la atención de los estudiantes, como contar anécdotas emotivas, presentar materiales audiovisuales, plantear acertijos o juegos, entre otros.

Valerse de las artes para favorecer procesos cognitivos

La investigación en neurociencia ha demostrado que el arte tiene un impacto positivo en el cerebro y puede mejorar el proceso de aprendizaje. Las actividades artísticas, ya sean relacionadas con la música, la pintura, el teatro u otras manifestaciones artísticas, estimulan diferentes áreas cerebrales y promueven la creatividad, la imaginación y la expresión emocional. Por lo tanto, es recomendable incluir actividades artísticas en el currículo educativo para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Convertir el aula en una pequeña comunidad de aprendizaje

La neurociencia ha demostrado que el aprendizaje es un proceso social y que el cerebro aprende de otros y con otros. Por lo tanto, es importante fomentar la colaboración y la cooperación entre los estudiantes, convirtiendo el aula en una pequeña comunidad de aprendizaje. Esto se puede lograr formando grupos de trabajo, promoviendo la participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje y fomentando la asunción de responsabilidades y la resolución de problemas de manera conjunta.

Llevar a cabo experiencias multisensoriales y en contacto con la naturaleza

La neurociencia ha demostrado que las experiencias multisensoriales, es decir, aquellas que involucran diferentes sentidos, son más efectivas para el aprendizaje. Además, el contacto con la naturaleza tiene un impacto positivo en el cerebro y puede mejorar la atención, la concentración y el bienestar emocional de los estudiantes. Por lo tanto, es recomendable diseñar actividades educativas que estimulen todos los sentidos y que se realicen en entornos naturales.

Propiciar que los estudiantes utilicen el movimiento para aprender

La neurociencia ha demostrado que el movimiento está estrechamente relacionado con el aprendizaje. Realizar actividades físicas y ejercicios durante el proceso de enseñanza-aprendizaje estimula diferentes áreas cerebrales y mejora la retención de información. Por lo tanto, es recomendable incluir momentos de movimiento en el aula, como pausas activas, juegos que impliquen movimiento o actividades deportivas, para favorecer el aprendizaje.

La neurociencia ofrece importantes aportes a la educación al brindarnos una comprensión más profunda sobre el funcionamiento del cerebro y sus implicaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Aplicar los hallazgos de la neurociencia en el aula puede mejorar significativamente el proceso de aprendizaje de los estudiantes, despertando su atención, involucrándolos emocionalmente, promoviendo la colaboración y la participación activa, estimulando diferentes sentidos y fomentando el movimiento. Los docentes tienen la oportunidad de aprovechar estos conocimientos para brindar una educación más efectiva y enriquecedora.

Si quieres conocer otras notas parecidas a 1º jornada nacional de neurociencias: aportes de la neurociencia a la educación puedes visitar la categoría Neurociencia.